El Consorcio de Residuos V5 (COR) se enfrenta a una situación «crítica e insostenible» que está generando fuertes tensiones con la Conselleria de Medio Ambiente. La gestora de la basura de la Costera, la Canal, la Vall d'Albaida, la Safor y el Valle de Ayora teme una situación de «colapso» inminente en la planta de transferencias de Ròtova como consecuencia del repunte en la producción de residuos durante estas Pascuas. A mediodía de ayer, cerca de 400 toneladas programadas para esta semana no tenían asignado todavía ningún destino, lo que condujo al COR a advertir a la Generalitat de que si no se encontraba una solución de urgencia para tratarlas y eliminarlas, no le quedaría más remedio que emplazar a los municipios de la Safor y la Vall que transfieren en Ròtova a no recoger la basura de los contenedores durante algún día del fin de semana.

In extremis, la conselleria dio respuesta a la llamada de auxilio para salvar la crisis y evitar que las bolsas de basura se queden en la calle al menos durante esta semana, al autorizar el envío inmediato de dos camiones con 40 toneladas desde Ròtova hasta la planta de Alicante. Para el viernes y el sábado se prevén otros cinco portes. La medida soluciona el conflicto solo de manera provisional, puesto que a partir del lunes de Pascua volverá a repetirse el mismo problema y la amenaza de congestión planeará de nuevo sobre Ròtova.

Las instalaciones de tratamiento y eliminación de las que depende el Consorcio resultan insuficientes para absorber los picos de basura estacionales que se generan en el territorio. Este conflicto, que ya provocó muchas dificultades para cubrir el servicio el 31 de diciembre, se agravará notablemente en verano. La redistribución de flujos ordenada hace un año por la Generalitat ha instalado un clima de gran inestabilidad. En 2016, el COR dejó de llevar sus 127.000 toneladas a Alicante para comenzar a repartirlas entre las plantas de Algímia d'Alfara, Caudete, Llíria y Guadassuar, destinos más caros que le han costado 1 millón de euros adicionales al ente.

Pero las instalaciones están «a tope» y el nuevo esquema no garantiza una gestión adecuada. Según las estimaciones, en este mes de abril 1.500 toneladas de basura quedan en el aire, sin un destino prefijado. El lugar de envío se decide sobre la marcha tras intensas negociaciones, lo que genera una gran incertidumbre. Durante las vacaciones de agosto, el déficit de basura sin cubrir podría dispararse hasta las 9.800 toneladas.

En la comisión de gobierno del COR, todos los partidos exhiben unidad a la hora de reclamar a la Generalitat que haga valer sus competencias rectoras para garantizar la estabilidad del servicio durante el periodo transitorio, paliando los continuos quebraderos de cabeza originados por la ausencia de unas instalaciones propias de tratamiento y eliminación de residuos en el territorio, que obliga al COR a depender de otras zonas.

A principios de semana, el director autonómico de Calidad Ambiental, Joan Piquer, remitió al Consorcio V5 una propuesta de redistribución inmediata de flujos que deriva 15.000 toneladas de basura a las instalaciones de Xixona (que ya está acogiendo residuos) y 12.000 tn a la planta de tratamiento de Manises, propiedad del Emtre. En el COR la oferta se observa como «positiva» pero «insuficiente», porque no ofrece una solución a los problemas a corto plazo que amenazan la recogida. Estas fuentes recalcan que no existe de momento ningún convenio vigente con el Emtre. El documento que se está negociando impone condiciones muy exigentes: una cantidad mínima de residuos a tratar y un precio muy elevado, que ronda los 90 euros por tonelada. El convenio, además, no se materializaría al menos hasta mayo.

Puerta cerrada en Murcia

El COR trasladó a la conselleria una propuesta de su concesionaria que planteaba conducir una parte de la basura a Murcia, pero esta alternativa fue desechada por Medio Ambiente porque contraviene los principios de proximidad y solidaridad interterritorial y la filosofía de evitar que los residuos traspasen la frontera de la C. Valenciana. El vertedero de Murcia, en cambio, sí está acogiendo el rechazo que genera la planta de Guadassuar, del Consorcio de la Ribera. Otras vías exploradas por el organismo V5 pasan por la implantación de un cuarto turno en el vertedero de Alicante o por que se abra de forma urgente la puerta de la sobredimensionada planta de Manises, la única que puede absorber el pico estacional del COR en verano.