El Ayuntamiento de Xàtiva ha iniciado los trámites para aplicar un coeficiente reductor a los valores catastrales de todos los inmuebles en todas las zonas de la ciudad. La medida se encuadra dentro de la fase inicial del proceso de elaboración de los presupuestos generales del Estado para 2018, que otorga a algunos municipios la capacidad de aplicar un coeficiente reductor a los valores catastrales vigentes en 2017. En el caso de Xàtiva, el Ministerio de Hacienda permitiría la incorporación de un coeficiente corrector del valor catastral del 0'96 al Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018, lo que se traduce en una rebaja del 4% de los principales impuestos derivados de este valor catastral en la ciudad.

Desde la concejalía de Hacienda se asume la bajada de ingresos que puede provocar esta medida. Ignacio Reig lo explica que la evolución de los ingresos "está siendo positiva en el primer semestre" de 2017. "De momento nos enfrentamos sin mayor dificultad a una bajada en los ingresos de 400.000 euros", sostiene el edil, para quien "bajar la presión fiscal era ineludible. Creo que en mayor o menor medida, todos los partidos lo llevan en su programa".

Las quejas por el excesivo valor catastral vienen sucediéndose desde hace años, cuando una revisión catastral multiplicó por dos los valores catastrales en 2006, justo en la cresta de la ola de la burbuja inmobiliaria. Desde entonces, la concejalía de Hacienda admite que se ha estado tributando con unas bases imponibles desorbitadas, en algunos casos por encima del valor real de mercado, cuando la norma es que el valor catastral suponga no más del 50% del valor de mercado de un inmueble. La recaudación por IBI en Xàtiva pasó de 3,2 millones de euros en 2004 a 9,1 millones de euros en 2012, triplicándose en 8 ejercicios. Sólo a partir de 2013 comenzó a rebajarse progresivamente el coeficiente que se aplica a este valor catastral, desde el máximo de 0,63 en 2013 hasta el 0,57 actual. El concejal de Hacienda ha recordado que en 2014, cuando el valor catastral se rebajó en Xàtiva un 15%, la base imponible se incrementó un 8%, privando a los ciudadanos de un alivio fiscal que venían exigiendo desde la subida catastral de 2006.

Bajada del valor todos los inmuebles

El impuesto de transmisiones patrimoniales y el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos también ha sido un enorme problema para muchos ciudadanos que han tenido que tributar por un valor de transmisión mayor al importe realmente percibido, tributando así por un beneficio irreal. Esta circunstancia ha abocado a muchos ciudadanos a acudir al tribunal económico-admistrativo, que comienza a admitir diversas pruebas periciales favorables para justificar ese valor real percibido de las transmisiones frente al valor catastral, más elevado, utilizado por la administración. En febrero de 2017, el Tribunal Constitucional falló contra la Hacienda Foral de Guipúzcoa por la aplicación de un valor catastral excesivo, circunstancia que ha provocado que el Gobierno central tome finalmente conciencia de la necesidad de ajustar a la baja los valores catastrales. Los motivos finales están en la repercusión en el cálculo del déficit nacional frente a la Unión Europea, ya que una bajada a nivel nacional del valor catastral de todos los inmuebles del estado hacen que la deuda relativa, y por tanto las exigencias de ajuste económico por parte de Bruselas sea mayor.

El concejal de hacienda pone como ejemplo el caso de Xàtiva: "la ciudad pasará de valer 1.682 millones de euros a 1.612 millones de euros, una caida del 4%. Esta bajada del valor de Xàtiva a efectos de la contabilidad nacional no es de gusto del Gobierno Central, que prefiere mantener unas cifras en Bruselas que permitan aflojar los ajustes exigidos para 2018".