la noticia nutritiva para el cerebro podía ser, por estas tierras blancas, la jornadas que Agullent, Ontinyent o la mancomunidad valldalbaidina vienen celebrando estos días, a propósito del 23 de abril catapultado como el día del libro. También la presentación del nuevo libro del ontinyentí Sergi Torró, Magdala, la cual tuvo lugar el pasado jueves en La Llibreria de Ontinyent. Pero no, la noticia de alcance salió recientemente en una publicación sectorial y oficial, el nº 50 de la revista Lletres Valencianes. A través de un amplio reportaje se homenajea a ese aieloner, licenciado en historias, que es Ximo Soler. Y que, casi un cuarto de siglo después de haber montat la seua paradeta se ha erigido en paisaje humano insustituible en la comercial calle del Músic Martínez Valls regentando La Llibreria. Ha sido un tiempo lleno de historias y vaivenes. Regenta la última gran librería ontinyentina, después de la desaparición de la emblemática Bastida Llibres.
Soler está a punto de entrar en la selección de humanos a proteger. Pertenece a una rara especie en extinción, los libreros. Su supervivencia es desigual. Los tiburones voraces, como Amazon, transitan acaparadores por los mares de internet, de uno al otro confín. Pero el de Aielo además de estar omnipresente en las semanas de novela negra, y otros saraos afines, recurre al don de la ubicuidad, desafía a los escualos y en cualquier presentación libresca de la ciudad que se precie, allí está él con sus bártulos y su mercancía de negro sobre blanco, para que el personal pueda obtener la firma y una dedicatoria, in situ, del autor del libro en cuestión. Aunque los que acuden diariamente a su local no lo saben, Ximo, en su pueblo natal sopla melodías de metal en la banda de música de Aielo Malferit. Asimismo, la concurrencia que acude a La Llibreria puede paladear auditivamente selectas exquisiteces del jazz a niveles lounge.
Seguramente, llevado por el vértigo económico de hace una década, Soler estuvo barajando la posibilidad de trasladar la librería dentro de la misma calle para reconvertirla en una un café del libro. Pero la burbuja empezó a deshincharse y él, acogiéndose al Virgencita que me quede como estoy, plegó velas y siguió pisando tierra. Por lo cual, ahora, sigue erre que erre con su labor, flanqueado por Eva y Noemí.
Todo deporte. Mientras en las instalaciones o la promoción cultural destinada a la gente de Ontinyent, se sigue la pauta de cubrir el expediente y sin afán multiplicador, en lo deportivo aboquen el cabàs. El gobierno de Jorge Rodríguez y seguramente porque hay más consumidores del culto al cuerpo que no a la mente realiza casi semanalmente una exhibición de lo antedicho: presentación del proyecto del nuevo campo de fútbol-8 de hierba artificial de la Purísima, futura pista de atletismo... Y como justificaciones para apoyar la mentada prioridad, en política, se encuentran hasta debajo las piedras, hemos podido leer socorridas frases como: «se ha escuchado una demanda histórica y es una nueva muestra de apoyo al deporte de base». Que no falte
Ridículo. Los del PP de Montaverner no dan una a derechas. Mira que criticar a su alcalde por ser uno de los pocos que cumplen con la Constitución al practicar que España es un país laico. ¿Por qué presionan a Joan Chornet por no asistir a actos religiosos? ¡Rásguense las vestiduras por lo que hacen sus corruptos!
