Convocados por UGT y CC OO, más de medio centenar de trabajadores de la limpieza de edificios públicos se concentraron ayer a las puertas del hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva para reclamar a las patronales que se sienten a negociar y desbloqueen la redacción de un nuevo convenio colectivo que regule las condiciones salariales y laborales del sector de la limpieza en la provincia de València, puesto que el anterior documento venció en 2014. Después de sufrir en sus carnes los recortes salariales de los peores años de la crisis, el incremento de las partidas presupuestarias destinadas por las administraciones a la externalización del servicio de limpieza en las últimas adjudicaciones de 2015 no ha se ha traducido en una mejora de los salarios. Los trabajadores, que cobran menos de 900 euros de media a jornada completa, han acumulado en tres años una pérdida significativa de poder adquisitivo mientras las empresas incrementaban beneficios, según denuncia Raül Roselló, secretario intercomarcal de UGT. La movilización reclama un «sueldo digno» que se ajuste al incremento del IPC real.

Roselló también pide «responsabilidad» a la administración pública para que el salario de los trabajadores «no sea un factor de competencia en los concursos», que son adjudicados a la empresa que presenta la oferta más barata.

Roberto Mollá, de CC OO, atribuye el bloqueo del convenio colectivo a la «avaricia empresarial». «Ya no cabe la excusa de la crisis: si hay recuperación económica, los trabajadores han de recuperar derechos y salarios». Mollá lanza una seria advertencia: «O se revisa el convenio o en 2019 el salario mínimo interprofesional puede superar el salario de convenio de los trabajadores». Ese año, el documento caducará definitivamente y los empleados pasarían a regirse por el convenio estatal. Los sindicatos no descartan una huelga.