La Diputación de València ha sacado a concurso, por 1,2 millones de euros, las obras de acondicionamiento de un tramo intermedio de 1.053 metros en la carretera CV-580 que une Navarrés y Quesa. Los trabajos, que durarán medio año una vez adjudicados -el plazo de las empresas para presentar ofertas termina el 12 de junio- se enmarcan dentro de una serie de actuaciones de la institución provincial para dignificar la angosta y peligrosa vía, transitada por mil vehículos al día.

El tramo en el que va a intervenirse ahora, entre los kilómetros 15+750 y 16+750, presenta una sección transversal insuficiente, un pavimento en mal estado y un trazado antiguo y sinuoso. Todo ello desemboca en «situaciones de riesgo, molestias continuas a los usuarios y dificultad de paso para los vehículos pesados», tal como detalla el proyecto, elaborado por una empresa consultora en 2014.

Las obras adaptarán el trazado a la normativa actual, ampliando la plataforma a unas dimensiones aceptables, suavizando las curvas y mejorando el alzado y la visibilidad, muy reducida en los últimos 400 metros del recorrido.

En 2015 se inauguraron dos tramos recién acondicionados en la carretera que conecta Navarrés y Quesa hasta el punto kilométrico 16+600, tras una inversión de 3,3 millones de euros y un largo periodo de tiempo de espera para completar los trabajos, que se eternizaron en el tiempo. La diputación considera vital remodelar el tramo intermedio de la vía -se contempla desde hace más de tres años-, con tal de homogeneizar sus características y que tanto los vehículos pesados como el resto de usuarios puedan circular con comodidad.

En las inmediaciones del trazado hay varios cursos de agua intermitente que se forman en la parte alta de las montañas, como el barranco del Estudiante, cuyos recursos circulan paralelos al tramo de la intervención, hasta su desagüe. El proyecto evita afecciones y garantiza el correcto drenaje. El itinerario discurre por monte abierto, a largo de terrenos agrícolas y sobre el paso de dos vías pecuarias. Se inicia con curvas de radio reducido, seguidas de alineaciones rectas de longitud significativa en sus primeros 600 metros. A partir de este punto, las curvas cerradas se suceden, con una rasante de pendiente elevada que impide la visibilidad y la circulación cómoda y segura. La sección transversal está formada por dos carriles de 3 metros por sentido y los arcenes son nulos en todo el tramo.

Pavimento muy deteriorado

El pavimento, además, se halla en mal estado, con cuarteos y fisuras múltiples. El nuevo trazado reducirá las curvas, eliminará los puntos de peligrosidad y habilitará arcenes, así como una rasante de pendiente constante y un tramo recto ampliado en anchura. El presupuesto para las expropiaciones de suelo asciende a 128.440 euros.