Si mañana se celebrasen elecciones municipales, los tres partidos progresistas que apuntalan la coalición de gobierno de Xàtiva estarían en condiciones de reeditar el Pacte de Sant Domènec. Esta es, al menos, la principal lectura política que se extrae de la encuesta de intención de voto promovida por el Observatorio de Opinión del IES Josep de Ribera sobre una muestra sólida de 404 entrevistas a vecinos de la ciudad.

Los resultados del sondeo fueron diseccionados ayer por los responsables del Departamento de Geografía e Historia. Por tercer año consecutivo, 69 alumnos de 1º de Bachillerato se han sumergido en el sano y denostado ejercicio de la demoscopia para tomar el pulso de la opinión pública de la ciudad en torno a la gestión municipal y los temas más candentes de la actualidad. La iniciativa se ha convertido en una cita obligada en el calendario y en un termómetro fiable para saber por donde respira la población. En 2015, el observatorio predijo un resultado muy ajustado al que terminó materializándose en los comicios del 24 de mayo, cuando el PP de Alfonso Rus fue desalojado de la alcaldía y la izquierda logró una mayoría abrumadora en las urnas.

Dos años más tarde y llegados al ecuador de la legislatura, la fotografía que retrata esta nueva encuesta mantiene prácticamente inalterados todos los elementos. A tenor de los resultados, el PSPV volvería a ganar las elecciones con 7 concejales, los mismos que sacó hace 733 días. Por detrás, Esquerra Unida se quedaría con sus 5 actuales regidores y seguiría amarrando a buena parte del electorado de Podemos. El único partido que acusaría el peso de la gestión municipal sería Compromís, que pasaría de tres regidoras a dos.

En contrapartida, solo el PP ganaría representación en el ayuntamiento -de 5 a 6 concejales-, convirtiéndose así en la segunda fuerza más votada. Y no es que los votantes nacionalistas hayan mutado en populares. La encuesta pronostica un trasvase de votos de Ciudadanos -que a pesar de ello se mantendría con un concejal- al PP. Los sufragios fugados de Compromís se repartirían entre EU y PSPV. Estas dos formaciones, mal que les pese, seguirían condenadas a entenderse para seguir gobernando. Con todo, hay que tener en cuenta el contexto: el sondeo se desplegó el 12 de mayo, a falta de dos años para las elecciones y con las bases de los partidos desmovilizadas -excepto las socialistas, a punto de votar en las primarias generales-. El PP local, regido por una gestora, todavía aguarda la celebración de un congreso para rearticular su estructura y afianzar un liderazgo.

En este escenario de política ficción que radiografía el trabajo del IES Ribera, sin embargo, se observa una tendencia que debería preocupar al tripartito. La puntuación media que recibe la gestión del equipo de gobierno de la ciudadanía se sitúa en una media de un 5,9 -lo que en términos académicos se traduciría en un «bien» raspado en el expediente-, cuatro décimas por debajo de la nota obtenida hace un año por esta fecha.

El alcalde, el más valorado

Esta cifra apunta a una tendencia de desgaste derivada de las decisiones -a veces impopulares- adoptadas por el ejecutivo. Pero también a un toque de atención del electorado, que se ha vuelto más exigente con sus representantes. Sea como fuere, ni las fricciones cotidianas entre los socios del tripartito ni las polémicas parecen haber calado demasiado hondo entre los votantes progresistas. El gobierno municipal se aferra al aprobado.

También los tres portavoces de la coalición superan el 5 de nota, aunque todos pierden apoyo. El más valorado sigue siendo el alcalde, Roger Cerdà (PSPV), aunque cae 4 décimas y se queda en el 6,1. Miquel Lorente (EU) saca un 5,5 -tres décimas menos-, mientras que Cristina Suñer (Compromís) ha bajado de un 5,6 a un 5,2. Los dos portavoces de la oposición vuelven a suspender, pero mejoran su valoración respecto a 2016. Juan Giner (Cs) obtiene un 4,6 (una décima más) y Mª José Pla (PP) saca un 4,6 (dos décimas más). Desglosada la valoración por partidos, los votantes de Compromís son los únicos que puntúan mejor a otros cabezas de lista que a la suya. Según la encuesta, Cerdà y Miquel reciben más nota del electorado de la coalición valencianista que Suñer, aunque la diferencia es mínima.

En cuestión de popularidad, el edil socialista Ignacio Reig repite como el más conocido por los entrevistados, seguido de Pedro Aldavero y Xelo Angulo. A la cola del ranking: Mariola Sanchis, Empar Penadés y Kiko Domínguez.

Los mayores de 50 años, los que mejor puntúan al ejecutivo

El dato llama la atención: los vecinos que mejor valoran la gestión del equipo de gobierno de Xàtiva en lo que va de legislatura -con una puntuación media de un 6,3- son aquellos que se sitúan en una franja de edad superior a los 50 años. Los más criticos, en cambio, son los encuestados de entre 35 y 49 años, que ponen al tripartito un 5,5: aprobado raspado. Entre los votantes de 18 a 34 años, la nota es un poco más elevada: un 5,9. El sondeo, coordinado por el departamento de Geografía e Historia del IES Ribera con la colaboración de las áreas de Bellas Artes, Informática y Matemáticas, también mide el autoposicionamiento ideológico de la población de Xàtiva, mayoritariamente escorada al centro-izquierda. Entre los votantes del PSOE se observa un acercamiento a posturas más progresistas respecto al año pasado. La encuesta se realizó el 12 de mayo, en pleno proceso de primarias socialistas.