Superar la primera eliminatoria contra el Terrassa fue muy complicado. La segunda, más todavía. El Ontinyent CF necesitará marcar dos goles en el campo del Arcos para seguir adelante en la promoción de ascenso a segunda B. La derrota sufrida en El Clariano ante el conjunto arcense en el partido de ida (1-2) pone muy cuesta arriba la clasificación blanquinegra. El inesperado resultado dejaba chafado a todo el ontinyentismo, pero con el paso de los días va calando la sensación de que los de Mullor aún no han dicho su última palabra.
«Que nadie dude que vamos a ir a Arcos de la Frontera pensando en que la remontada es posible. Este equipo ha hecho grandes cosas esta temporada y merece toda mi confianza». Miguel Ángel Mullor trata de recuperar la moral de la tropa para ir a Cádiz a por todas. No queda otra. Posiblemente, el trabajo principal del entrenador del Ontinyent en estos momentos sea levantar la confianza de sus futbolistas, que el pasado domingo no tuvieron una buena tarde.
Todo empezó a complicarse antes del partido. La lesión en el entrenamiento previo de Víctor Fuentes trastocaba los planes del técnico. Fuentes llegó a probar el mismo domingo, pero unas molestias musculares en el muslo izquierdo impidieron su alineación. Sin el sostén del equipo y, posiblemente, el mejor jugador en la eliminatoria contra el Terrassa, Mullor apostó por jugársela al ataque situando a Cassano en zona de creación y los delanteros Francesc y Cristo desde el inicio. La apuesta pintaba bien en los primeros compases gracias a la determinación de Juanan Casanova, que asumió el mando de las operaciones. Fue un espejismo. El Ontinyent quería jugar a algo que ha hecho muy pocas veces esta temporada y sin ideas fue apagándose la calentura inicial. Encima, el Arcos aprovecha un balón parado para adelantarse y ahí empezó a acabarse la historia.
No era el día de los blanquinegros. Remates que daban en un compañero, fallos clamorosos delante de la portería... Ni siquiera que los gaditanos se quedaran con diez antes del descanso alimentó la remontada. El Ontinyent tuvo el 1-1 y, en cambio, se vio con 0-2 en el arranque del segundo tiempo. Había que tirar de heroica, pero solo dio para acortar distancias. «No hemos visto el nivel que esperábamos de nuestros futbolistas y hemos pagado muy caros nuestros errores», ha dicho Mullor. Según el técnico textil, «el resultado más lógico hubiera sido 2-2 por la cantidad de veces que hemos llegado al área rival, pero nos cuesta mucho hacer gol». Ha sido la tónica habitual de esta temporada.
El domingo muchos aficionados que acudían por primera vez a El Clariano se sorprendían por las enormes dificultades que tuvo el Ontinyent para marcar. Así ha sido durante todo el ejercicio y, por ello, más grande es el mérito de este grupo. «Es algo que nos ha acompañado durante toda la liga. No somos un equipo de hacer muchos goles, y encima tenemos el inconveniente de la juventud. Muchos de mis jugadores están jugando por primera vez una promoción y eso se nota. Solo hay que ver la cantidad de veces que los jugadores del Arcos se han dejado caer cuando iban por delante en el marcador. Es un rival con experiencia y hay que felicitarles por haber hecho su trabajo, pero nos queda la vuelta y esta plantilla está capacitada para darle la vuelta a la situación como ya hizo en Terrassa», termina Mullor.
