Una final. Si quedamos eliminados se habrá acabado la temporada y jugaremos un año más en tercera. Como soy algo egoísta prefiero que dure un par de semanas más y que tenga de nuevo la oportunidad de vivir una eliminatoria por el ascenso, además, habiéndola jugado ya ante el Talavera tengo ganas de cierta revancha.
Las aficiones van se ser determinantes. El Olímpic lleva una única victoria en esta promoción de ascenso, y fue en casa; y dos derrotas, las dos como visitante. Talavera y Salamanca han sido dos ejemplos de aficiones ilusionadas y entregadas. Aquí vendrán «Unionistas» y espero, sinceramente, ganarles en número y entrega. Tendremos con ello una ventaja inicial. Para conseguirlo hay que estar en la Murta, incluso desde mucho antes del partido final.
Habrá que ser inteligentes. Ese marcador de 1-0, la necesidad de marcar y también de no encajar, la combinación ataque-defensa, el controlar los tiempos del partido, su ritmo, el evitar desconciertos, el cuidar los detalles, obligará a Jero López y a los jugadores a jugar con mucha «cabeza». No es mejor equipo que el Olímpic y eso nos debe ayudar a no jugar precipitados porque eso le daría ventaja a los salmantinos.
Algo de suerte. No vendría mal pues hasta ahora, aunque no es excusa, no ha estado de nuestro lado en momentos puntuales que han sido cruciales. Lo unimos todo: este sábado el Olímpic juega una final donde la afición va a ser determinante, un partido que habrá que jugar con inteligencia y donde no nos vendría mal algo de buena suerte. ¡Nos vemos en la Murta!
