El antiguo colegio Lluís Vives „actual sede del campus de la Universitat de València en Ontinyent„ y el edificio del Museu Arqueològic d'Ontinyent i la Vall d'Albaida, Maova, tendrán la máxima protección patrimonial. El Ayuntamiento de Ontinyent ha modificado el Pla General para actualizar el catálogo del patrimonio arquitectónico de inmuebles protegidos de la ciudad y estos dos edificios tendrán la máxima protección tras la modificación del PGOU. Esta revisión también plantea rebajar la protección de algunos edificios, así como descatalogar otros.
En el caso del inmueble del grupo escolar Lluís Vives, que se eleva la protección de parcial a integral, se sustenta en que el edificio cuenta «con valores arquitectónicos intrínsecos que tiene un tratamiento homogéneo y coherente en su disposición, perímetro de vallado, volumetría, escala, composición y ornamentación», según detalla el documento justificativo de la actualización del catálogo patrimonial. Del Maova, edificio que albergó los antiguos juzgados, se plantea su protección integral porque el espacio forma parte del conjunto de la iglesia arciprestal de Santa María y el campanario, ambos declarados Bienes de Interés Cultural (BIC). El Maova, la iglesia y el campanario forman «un continuo edificado», recalcan, de ahí que el inmueble del Maova adquiera mayor rango de protección para equipararlo.
La revisión del catálogo patrimonial también plantea rebajar algunos edificios con protección integral a protección parcial, ante la pérdida de valor de los inmuebles. En este caso se encuentran el matadero municipal, del que no se considera necesaria su protección integral, ya que el nivel de protección parcial es suficiente para preservar sus características; la Casa del Jardiner, que fue reconvertido en el actual hospital y que tenía protección integral por pertenecer al Xalet de les Boles; y las antiguas escuelas parroquiales de Sant Carles Borromeo, que también gozaban de una protección integral por pertenecer al conjunto de la iglesia de Sant Carles y no por sus características propias.
El consistorio también propone la descatalogación del espacio público de la Plaça de la Concepció por la «sucesiva degradación» de este lugar, pese a que es uno de los espacios más emblemáticos y centro neurálgico de la ciudad. Una degradación que, según remarcan, ha sido motivada porque se mantiene el tráfico en todo el perímetro de la plaza, lo que provoca un «impacto visual negativo»; y por el deterioro progresivo del material de revestimiento de terrazo de las bandejas peatonales de la plaza. Además, remarcan que la plaza ha perdido su volumen por las sucesivas intervenciones de edificación y que la vegetación «ha quedado relegada a unos parterres irrisorios». Señalan que el edificio de la fábrica Paduana, situado en la misma plaza, ya ha sido declarado Bien de Relevancia Local y tiene su propia protección.
Descatalogación
Otros inmuebles que se descatalogan son el edificio de viviendas de la calle Dos de Maig, número 77, que aunque conserva elementos arquitectónicos de distintos estilos, hay una «contradicción» entre los elementos utilizados; y el teatro y escuelas parroquiales, por las numerosas reformas que se han practicado. También la Alameda de Sant Antoni, que ha perdido sus valores paisajísticos y ambientales y se ha convertido en un aparcamiento de vehículos, señalan; y la plaza ajardinada de Santo Domingo, que también ha sufrido numerosas intervenciones.
La actualización del catálogo patrimonial se presenta avalada por documentos de planeamiento, estudios técnicos de arqueólogos y arquitectos, así como de expertos locales como el cronista oficial, Alfred Bernabeu, cronistas locales, filólogos y el director del museo.
