Cargados de nuevo de ilusión. La eliminación a manos del Talavera en el primer partido y la derrota en Salamanca nos había dejado, como aficionados, creo, un poco tocados. Teníamos dudas, incluso hablábamos de dificultades para marcar, o de los cambios en la defensa, la mejor línea durante toda la temporada. No era suficiente que el entrenador, que los jugadores nos aseguraran que iban a eliminar al Unionistas. Tuvimos que ver para creer. Los vimos golear y creemos de nuevo.

Dejando a un lado la envidia sana por su afición, ejemplar y muy difícil de igualar, el Olímpic superó ampliamente la eliminatoria y ahora, de nuevo, llegamos a una eliminatoria definitiva. Creo que hemos ido de menos a más en esta promoción, que en Écija no tendremos los minutos de despiste de Talavera y aprovecharemos mejor las oportunidades que se presenten, algo que no hicimos en Salamanca. Tengo claro que la final empieza ahora, este sábado, en Écija, que nos vendría muy bien regresar con alguna ventaja. No me importa no estar obligado a marcar dos o más goles dentro de una semana. No me importa padecer menos en la Murta. No me importa ascender sin proezas casi imposibles, sin sufrimiento extremo. Lo importante será lo conseguido: un ascenso.

Y por eso de que la final empieza este sábado en tierras andaluzas, pedirle que si se lo puede permitir, acompañe al equipo. Padecimos a la afición rival en Talavera y Salamanca. Los jugadores agradecen tener una referencia en la grada, tener con quien celebrar un gol, con quien compartir momentos, el final del partido. Ya llegados a este punto, ¡a por todas!

¿Se lo va a perder? Insisto, si puede: gorra, agua y crema protectora?¡nos vemos en Écija!