Esta semana han comenzado los trabajos previos a la instalación de las aulas prefabricadas que acogerán a los alumnos de Anna durante los dos próximos cursos escolares. Los aularios serán instalados en la explanada libre existente junto al centro de salud, cerca de la entrada a la localidad, y tienen capacidad suficiente para acoger a más de 200 alumnos.

Los escolares del municipio acudirán a estas aulas durante los cursos 2017-2018 y 2018-2019. La construcción del nuevo colegio de la localidad fue adjudicada a la constructora Grupo Bertolín el pasado mes de mayo, según informó este periódico, por un montante cercano a los tres millones de euros, y cuenta con un plazo de ejecución estimado en 18 meses.

Una renovación esperada

Los alumnos de Anna abandonarán así el antiguo colegio Ramón y Cajal, que ha permanecido activo durante más de sesenta años. Diez años han pasado desde que en 2007 se plantase el cartel que anunciaba las obras en el viejo centro educativo, pero no fue hasta 2016 cuando el gobierno autonómico de Ximo Puig empezó a dar los primeros pasos para la obra definitiva. En ese tiempo, el colegio Ramón y Cajal se ha deteriorado aún más. El Síndic de Greuges llegó a protestar ante el gobierno valenciano en 2014 por el estado de dicho centro, del que señaló una larga lista de deficiencias que lo invalidaban para albergar clases de primaria en condiciones. El nuevo colegio, que ocupará el solar del Ramón y Cajal, contará con nueve aulas de primaria y cinco de infantil, además del comedor y el gimnasio.