Fiel a lo que se espera de él, el cartel de la Fira de Xàtiva concitó ayer ya las primeras adhesiones y también una catarata de críticas a través de las redes sociales. Las protestas de los descontentos con la obra de Paco Roca se centraban en que el elemento central no es algo muy relacionado con la feria. O lo es con otro tipo de feria, la medieval. Porque en el trabajo dado a conocer ayer por el propio artista en compañía del alcalde, Roger Cerdà, destaca una especie de trovador con instrumento musical incluido que confiere al cartel un aroma, ciertamente, juglaresco. En la presentación de ayer a los medios, la reina de la Fira y su corte tuvieron ocasión de conocer también la obra y a su artífice.
El ilustrador valenciano, autor de hitos del cómic español de la última década como Arrugas, El invierno del dibujante o Los surcos del azar, ha planteado un cartel de trazo sencillo en el que plasma una especie de pareja de trovadores para, de este modo, homenajear la extensa historia de la Fira y recalcar su carácter medieval. «Es difícil hacer algo que no se haya tocado ya en anteriores carteles», dijo Roca ayer, quien añadió que por ese motivo su realización fue «un poco más complicada y difícil de lo esperado», según confesó.
La contratación de Roca da continuidad a la línea emprendida por el nuevo equipo de gobierno de Xàtiva en 2015: el regreso a la designación directa. Desde finales de los 70 y hasta 1994, el cartel de la Fira era un encargo a alguna figura relevante del panorama pictórico valenciano (lo hicieron Valdés, Michavila, Genovés, Armengol, Pina, Hernández Calatayud...). En 1995 el PP de Alfonso Rus instauró un concurso popular. Y hace dos años el PSPV-PSOE volvió al anterior método y encargó el cartel al pintor local Ernesto García Lledó. Pero en 2016 hubo un giro. El consistorio pensó en un nuevo perfil creativo: ilustradores, cartelistas o diseñadores gráficos. Y el escogido para ese primer año fue Javier Marsical, al que ahora sigue Roca.
El Premio Nacional de Cómic y ganador de un Goya por la adaptación al cine animado de Arrugas explicó ayer que además de las figuras en movimiento que representan la feria, ha querido añadir otro elemento «emblemático de la ciudad» y ha optado por la silueta del castillo de Xàtiva, en una tonalidad, eso sí, más baja y rematado con una rotunda tipografía en la que el nombre de Xàtiva es más potente que el de la Fira d'Agost. Roca dijo que del cartel «no hay que explicar mucho. Si un cartel lo tienes que explicar demasiado, mala cosa», sentenció. El alcalde, por su parte, admitió que tiene muy asumido que el cartel de la Fira de Xàtiva genera siempre adhesiones o rechazo, pero recalcó que la línea del encargo directo a un artista proseguirá. Cerdà dijo que se ha contratado «a uno de los mejores o quizá el mejor ilustrador de todo el territorio valenciano» y elogió la trayectoria de Roca.
El cartelista de la Fira de 2017, por su parte, admitió que conoce Xàtiva bastante (en 2013 expuso en l'Almodí su antológica Paco Roca. Dibujante ambulante) pero por contra no ha visto nunca la feria. Aseguró que ha contado con mucha documentación gráfica con carteles anteriores para alumbra uno «que tuviera algo nuevo, diferente» y expresó su deseo de que sea un cartel «que guste».
