La edición 2017 del festival Nits al Castell, una de las más sugerentes y de perfil más contemporáneo de los últimos años, se abre esta noche con la presencia de los barceloneses Manel, una de las bandas de pop en catalán con mayor predicamento fuera del ámbito lingüístico y con una legión de seguidores dentro de él. De hecho, la formación de Guillem Gisbert, Martí Maymó, Roger Padilla i Arnau Vallvé actúa en Xàtiva „con todo el papel vendido„ dentro de una minigira valenciana que les llevará también al festival Feslloch i a los Conciertos de Viveros en Valencia.

En todo caso, el principal aliciente de la actuación de hoy, además de ver a un grupo de la primera división del pop en un marco como el Castell, es ver en directo a Manel en un momento especialmente dulce, tras la publicación de Jo competeixo (2016), un cuarto álbum que ha revitalizado su carrera. Tras el impacto de sus dos primeros discos, Els millors professors europeus (2008) y 10 milles per veure una bona armadura (2011), Manel se convirtió en una formación de referencia gracias a su pop-folk agradecido musicalmente y aderezado de historias sobre gente corriente, una obsesión simbolizada por la versión que hicieron del Common people de Pulp, Gent normal, Benvolgut, La cançó del soldadet, En la que el Bernat se't trobà, Aniversari o Ai, Dolors! son algunos de los himnos generados en aquella etapa.

El irregular Atletes baixin de l'escenari (2013) supuso una cierta ruptura con la imagen amable y cercana, un elogiable intento por ganar rudeza en su discurso musical. Pero las canciones no acababan de despegar, de tener la pegada de los discos anteriores. Jo competeixo es la brillante y en cierto modo sorprendente reacción. La banda con fama de facturar un pop estático y amable se destapó con un álbum, producido en Estados Unidos por un productor de campanillas, Jake Aron, expansivo y lleno de guiños electrónicos y ritmos bailables, como el que contiene el primer single, Sabotatge u homenajes llamativos, como el que hacen a Juan Luis Guerra en La serotonina.

En el fondo, un intento de acercamiento al pop contemporáneo, solo que con la recuperada capacidad de hacer buenas canciones, como la citada Sabotatge, Les cosines, Cançó del dubte, Arriba l'alba a Sant Petersburg o BBVA. Y, sobre todo, el tema de cierre, Jo competeixo, una especie de manifiesto vital y artístico con secciones rapeadas, momentos bailables y mucha molla en la letra. Un disco que, por sus propias características, supone un cambio también en los directos y su puesta en escena.

Un atractivo arranque para a un festival en el que, en sucesivas semanas, desfilarán Estrella Morente, Iván Ferreiro y Silvia Pérez Cruz y que con esta ahora empieza cumple ya veinte ediciones consecutivas siempre con el favor del público.