Los cerca de 300 kilómetros que separan Montesa (la Costera) de Sant Mateu, en castellón, no han podido borrar un vínculo histórico entre ambas localidades que se remonta a los primeros tiempos de la Orden de Montesa, allá por el siglo XIV. Un ciclista de la Ribera pretende reforzar esos lazos precisamente cuando se cumplen 700 años de la bula que dio lugar a la creación de la orden de caballeros, promulgada el 10 de junio de 1317 por el papa Juan XXII a instancias del rey Jaime II, nieto del Conquistador.
Tono Chamorro está acostumbrado a pedalear. Lo hace prácticamente a diario para ir a trabajar desde Llaurí, la localidad en la que reside, a Tous, donde tiene su sede la brigada forestal de Divalterra a la que está adscrito. Son 27,8 kms de ida y otros tanto de vuelva a casa. No hay problema. Entre 1999 y 2011 estuvo destinado en Llutxent (la Vall) y utilizaba el mismo medio para desplazarse, su bicicleta, con la que recorría 84 kilómetros diarios.
El próximo miércoles iniciará en Montesa un itinerario en el que pedaleará «por la historia, la cultura y el paisaje» para, en tres etapas, y tras detenerse en las poblaciones que pertenecieron al señorío que quedan dentro de la ruta trazada, ya que la extensión que abarcaba era mucho mayor, llegar a la capital histórica del Maestrat. A su paso por la Ribera, Chamorro realizará una parada en Sueca, uno de los bailíos o centros de gestión en la época.
Fue precisamente en Sant Mateu donde este ciclista originario de Alginet se planteó realizar este itinerario, que plasmará en un libro de ruta que también quiere aprovechar para reivindicar el derecho de los ciclistas «a usar las carreteras con seguridad». Según asegura, cuando decidió realizar esta ruta nada sabía de la conmemoración del 700 aniversario de la orden, de la que se ha ido empapando con posterioridad.
Chamorro relata que había visitado en diversas ocasiones Sant Mateu por diferentes pruebas ciclistas a las que acompañaba a su hijo y que, cuando tiempo después regresó, se sintió cautivado por este municipio que tuvo una etapa de esplendor en la época medieval como un importante centro comercial, ganadero y artesanal. Sant Mateu fue uno de los territorios incorporados al constituir la Orden de Montesa procedentes de la Orden del Hospital y allí se llegaron a instalar los maestres de la orden puesto que era en esta zona donde tenían las mayores propiedades. «El primer capítulo de la recién creada orden se celebró aquí en 1330, donde se efectuó la división territorial de las distintas encomiendas», detalla la web sobre las Rutas de Jaume I en el apartado de la Orden de Montesa.
«En Sant Mateu veía la cruz de los caballeros, pero no sabía de qué se trataba. Al visitar la torre el guía me explicó que era de la Orden de Montesa, que allí está muy presente porque fue como una capital de la orden», relata Chamorro, mientras comenta que no ha existido un vínculo entre las dos poblaciones, si bien en septiembre hay programado un intercambio cultural entre ambas. «Pensé cómo podía unir las dos poblaciones mediante una ruta que no tuviera que utilizar carreteras importantes y que, además, estén asfaltadas», comenta el ciclista. En su búsqueda de información se desplazó a Montesa para documentarse y contactó con el historiador Josep Cerdà, un auténtico experto, que le ayudó a trazar la ruta. Aquel reto personal se ha transformado en el itinerario «Camins de l'Ordre de Montesa» que Tono Chamorro se dispone a realizar del 12 al 14 de julio.
La primera etapa arrancará en Montesa y tiene como destino Moncada, tras pasar por Sueca y posiblemente por València. Son alrededor de 97 kilómetros. La segunda, algo más larga, llegará a Vilafamés y prevé altos en los ayuntamientos de Borriana, Onda y Vilafamés. La última, la más corta pero también la más dura, recorrerá los cerca de 88 kilómetros entre Vilafamés y Sant Mateu, pasando por Les Coves, Alcalà de Xivert o Polpís. Chamorro llevará consigo dos maillots y tiene previsto plasmar en ellos una confirmación de su paso por cada uno de los municipios que en su día estuvieron vinculados a la orden con la intención de entregarlos a las alcaldesas de Montesa y Sant Mateu en el intercambio cultural de septiembre.
«Mi deseo sería que esta ruta cree un vínculo entre las dos poblaciones que estuvieron relacionadas por la historia en el pasado y que ahora queden unidas para siempre», comenta Tono Chamorro.
