El Ayuntamiento de Ontinyent dio comienzo ayer domingo a una encuesta en el emblemático paraje del Pou Clar para contar con una base y, en un futuro a corto plazo, regular los usos de este espacio. El Pou Clar es una zona de referencia para generaciones de ontinyentins pero, por ejemplo, en la actualidad el baño no está permitido y, sin embargo, hay bañistas a diario. El ayuntamiento, a través de la concejalía de Sostenibilidad, está trabajando en la puesta en marcha de un Plan de Uso Público del Paraje Natural Municipal Serra de l´Ombria-Pou Clar con ayuda de la Diputación de Valencia.

La edil de Sostenibilidad, Patricia Folgueras, ha explicado que con este documento «se pretende dar respuesta a problemáticas derivadas de situaciones como la afluencia estival de turistas o la necesidad de regulación de actividades deportivas o ganaderas, entre otros. Para ello, y dado que la participación, al igual que la sostenibilidad, es transversal a la acción de este Gobierno, vamos a abrir el plan a la participación de la ciudadanía a través de una encuesta», ha avanzado la regidora.

Folgueras recuerda que el Paraje Natural Municipal (PMN) Serra de l´Ombria-Pou Clar, declarado como tal por el Gobierno Valenciano el 26 de octubre de 2007, cuenta con un total de 2.587 hectáreas. Para la aprobación del PNM se redactó el Plan Especial que regula la normativa en el paraje pero quedó pendiente la redacción del plan de uso y gestión.

Encuesta municipal

A tal efecto, el ayuntamiento ha contratado a una empresa especializada para la redacción de este plan, con un coste de 6.680 euros más IVA. La actuación cuenta con una ayuda de la Diputación de Valencia de aproximadamente el 50% de esta cantidad, y durante un periodo previsto de seis meses. Los trabajos comenzaron semanas atrás y la encuesta iniciada ahora es uno de los compromisos establecidos en la hoja de ruta de dicho plan se enmarca dentro de la política de participación que la capital de la Vall d´Albaida tiene tan presente en su ideario, puesto que el municipio es el impulsor de la ambiciosa iniciativa Ontinyent Participa, un modelo que ha inspirado a numerosas administraciones locales desde 2011.