Un suceso conmovió el martes por la noche a los vecinos de Benigànim: el propietario de un perro arrojó al animal desde la terraza de su piso, en una tercera planta. El perro murió en el acto. El propio dueño escribió en su perfil en redes sociales que lamentaba lo ocurrido, aunque alegó que el animal le había mordido la mano y que había precisado de tres puntos para curar la herida, si bien esta habría sido la respuesta del animal al severo castigo que habría recibido por hacer sus necesidades dentro de casa.

La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación, ya que al propietario se le imputaría un delito grave de maltrato animal. Varios testigos de los hechos han sido interrogados. La alcaldesa de Benigànim, Amparo Canals, se negó ayer a atender a Levante-EMV cuando este medio le pidió si sabía más datos sobre lo sucedido.

Diversas asociaciones protectoras de animales han condenado lo sucedido y han pedido que se aplique para el responsable el máximo castigo posible. Su perfil se llenó ayer de comentarios de repulsa por parte de vecinos y personas defensoras de los animales. En Change.org, más de mil firmas sustentan una petición para que el hombre vaya a la cárcel.