El concejal de Participación Ciudadana de Xàtiva, Miquel Alcocel (EU), elevó el lunes el tono de los ataques dialécticos contra sus socios de gobierno mediante diversas publicaciones en las que descalificó al alcalde y a los concejales socialistas que participan en actos religiosos tachándoles de «figurones pseudo-progres». «Espero que mañana [por ayer] no comparezca ningún edil del Ayuntamiento de Xàtiva en dicha condición en la romería [de Sant Feliu]. Estaría traicionando el artículo 11 del Código de Buen Gobierno», escribió en Twitter el regidor en la víspera de la festividad del patrón.

En otro mensaje, Alcocel recordó que «para que los figurones pseudo-progres salieran»[en las procesiones] ya se introdujo una excepción en el reglamento que permite la participación institucional en aquellas manifestaciones «históricamente consolidadas», cuyo valor cultural es asumido comunitariamente y trasciende a su origen religioso. Otro edil de EU, Alfred Boluda, terció en la polémica para apoyar a su compañero, cuestionando la citada excepción porque «da pie a que los herederos del nacionalcatolicismo puedan presumir de aconfesionalidad rindiendo pleitesía y sumisión a la religión católica». En un escrito más extenso en su perfil de Facebook, Alcocel recalcó que «es evidente que la romería de Sant Feliu no es un acto históricamente consolidado» -este año es la primera vez que se realiza de manera organizada- y adviritió en la junta de seguimiento local que «infringir el Código de Buen Gobierno es muy grave y tiene consecuencias jurídicas».

El edil fue un paso más allá al mantener que «no vale ir (a la romería) de bulto, diciendo que no se va a representar». Alcocel también dirigió sus ataques a la Iglesia y equiparó la presencia institucional en actos religiosos -que EU pidió suprimir en 2015- con el apoyo «a quienes se empeñan en restringir los derechos de las mujeres y arrastran un historial de defender dictadores y dar impunidad a pederastas, manteniendo el oscurantismo frente a la razón». El edil zanjó su arenga acusando a sus socios de «hacer el ridículo» por el hecho de facilitar las cañas a los participantes de la romería, aumentando así su implicación en la festividad religiosa. El abad pidió ayuda al consistorio para reunir estos elementos y el alcalde pedáneo de Annahuir proporcionó 40 cañas de forma gratuita. Otra novedad es que este año la ceremonia se ha incluido en la programación municipal editada en un tríptico promocional.

Del equipo de gobierno, a la romería de Sant Feliu acudieron el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà y el regidor de Cultura, Jordi Estellés. Cerdà asegura que no se ha producido ningún incumplimiento del artículo 11 del Código de Buen Gobierno porque no presidió el acto, sino que acompañó a los fieles como respuesta a la invitación del abad, «igual que hacemos cuando nos invitan los evangelistas el 25 de diciembre, los musulmanes o los festeros de cualquier calle», sostiene. El alcalde almorzó más tarde con los festeros del barrio de Sant Feliu, junto a los ediles Ignacio Reig y Pedro Aldavero. «Representamos a todos, sin excepción alguna y estamos bien orgullosos de hacerlo», observa.

El Código de Buen Gobierno indica que que los regidores «procurarán que las instituciones o corporaciones a las que pertenecen se abstengan, corporativamente, de participar en las presidencias de actos religiosos», reservadas para aquellos que están «históricamente consolidados». Su asistencia «será a título individual, en ejercicio del derecho de libertad religiosa», añade el artículo 11.

«Alguien tiene que decirlo»

Las descalificaciones de los ediles de EU han generado malestar en las filas socialistas -las consideran desmedidas y una falta de respeto- y contribuyen a acrecentar un poco más el clima hóstil entre ambos partidos. Preguntado por Levante-EMV, Alcocel no cree que se haya excedido y no cambia ni una coma de su discurso. «Alguien tiene que decirlo, por respeto a los votantes, y yo no me corto. Los políticos han de ser consecuentes con lo que firman. Si les sabe mal, que se aguanten». El concejal apela a la «dignidad» de una institución que «representa a todo el pueblo: protestantes, musulmanes, judíos y gente a la que le repulsa que a la Iglesia aún le rindan pleitesía los políticos», añade.

El regidor opina que, aunque no presidiera la romería, Cerdà «fue en condición de alcalde porque nadie se levanta a las 6 de la mañana por gusto». Alcocel dice manifestarse «a titulo personal», si bien son las formas -no es la primera salida de tono del regidor- las que han molestado en el PSPV. «Estamos acostumbrados a darlo todo por bueno. La mujer del César ha de serlo y parecerlo», zanja el edil. Hoy está previsto que el alcalde presida la procesión de la Mare de Déu dels Angels en Annahuir, invitado por los festeros.