Eixirem en l'Ambaixà! es el título del libro de las embajadas que José Requena Vidal escribió entre 1975 y 1999 para los parlamentos del embajador moro y el cristiano de Alfarrasí cuando se disponen a conquistar el castillo: un repaso a la actualidad local anual en tono satírico que incluye además un modelo apto para cualquier año. Como señala el autor del prólogo, Simeón Martín, que trabajó con Requena y los representó algún año, los textos «son una auténtica crónica de la vida local con todos los pormenores» que recoge «desde la vida municipal a nivel de autoridades, política local, mundo de la cultura a sucesos que golpearon la cotidianidad; fiestas, eventos dignos de festejar...».

Martí será uno de los encargados de la presentación del volumen mañana viernes a las 20:30 horas en la Casa de Cultura de Alfarrasí. Estará acompañado por el concejal de Fiestas, Mario Linares; el alcalde, Fede Vidal; el diputado provincial Pablo Seguí (ya que la Diputación de Valencia ha colaborado en la impresión de la obra); la diseñadora de la portada, Paqui Constant, y los hijos del autor.

Un total de 12 personas han trabajado en la transcripción de los textos, tres en la corrección, más el maquetador y la autora del diseño. El libro, de 530 páginas y que incluye también media docena de fotografías, no estará a la venta, pero los interesados lo podrán adquirir a cambio de un donativo para la Asociación de Parkinson Benicadell, una enfermedad que afectó gravemente al autor de las embajadas, indicaron ayer.

Se ha extraviado un texto

En las embajadas se hace un repaso a la vida anual del pueblo, y sólo faltan los años 1980 y 1983, en los que no escribió Josep Requena, y la de 1982, extraviada. Como explica Martí, «cuando alguien era protagonista de alguna situación medianamente curiosa, simpática o directamente hilarante, automáticamente miraba por sus alrededores para comprobar que nadie la hubiera visto, porque de lo contrario de seguro que inmediatamente el testigo iba a contarlo». Tanto es así que la expresión «eixirem en l'ambaixà», genuinamente alfarrasinera y que da título a este libro, todavía se usa cuando alguien sufre algún suceso divertido fuera de lo habitual, «y viene a explicar la efectividad de los informadores y la rapidez con que actuaban».