La Mancomunitat de la Vall d´Albaida insiste en que ha abonado a la concesionaria de la basura de la comarca 1,28 millones de euros en lo que va de año, frente a los 1,15 millones facturados por Recisa. En un comunicado, la entidad supramunicipal afirma haber destinado 75.000 euros al pago de la deuda heredada de los gobiernos del PP, después de que Levante-EMV informara el miércoles del clima de enfrentamiento que se respira entre la Mancomunitat y la empresa de la recogida, que denuncia la situación «límite» generada por unos impagos acumulados de 1,56 millones, que han llegado a poner en peligro el servicio.

La concesionaria, además, discrepa de las cifras aireadas por el organismo comarcal. Según sus datos, la facturación en el primer semestre del año se sitúo en 1,158 millones de euros, mientras que los cobros ascendieron a 1 millón. Como prueba para demostrarlo, la empresa se acoge al registro oficial de facturas del Ministerio de Hacienda, a tiempo que niega que la Mancomunitat haya reducido su deuda. El ente que abarca a los 34 municipios de la Vall no comparte esta visión, aunque subraya que se están negociando varias líneas para ponerse al día con la empresa y dar solución al conflicto. Como avanzó este diario, entre ellas figura una operación de crédito de 900.000 euros, importe máximo de endeudamiento que permite la ley a la institución. La Mancomunitat recalca que, con la puesta en marcha de la planta de transferencia de Bufali, prevista para este mes de agosto, se acabará la sangría económica que suponen los sobrecostes del transporte de residuos hasta Ròtova. «Vamos por el buen camino para solucionar unos problemas que la Mancomunitat arrastra desde hace años y que se han hecho más grandes por la imposición del PP desde la Generalitat de transferir la basura en Ròtova, con el acatamiento pasivo e irresponsable de los gestores populares», manifestó ayer el presidente de la entidad, Vicente Gomar. Las causas de la deuda con Recisa son diversas, pero, en dos años, el nuevo gobierno de la Mancomunitat ha actuado «sobre cada una de ellas», prosigue éste.

El ente ha logrado financiar la deuda que algunos municipios mantenían en concepto de recogida de basura, aunque aún quedan otros, por lo que se pide a los alcaldes «su implicación seria» y «que dejen de ser insolidarios con la mayoría de poblaciones, al corriente con el pago». Por otra parte, se ha llegado a un acuerdo con el Consorcio de Residuos para resucitar el Plan de Minimización, enterrado por el PP. Gomar apela a la «cordura». «Somos conscientes de las dificultades de liquidez de una situación así, pero ahora que hay un gobierno en la Mancomunitat sensible y decidido a poner remedio, toca que rememos todos en la misma dirección», apostilla.