La supresión del alumbrado decorativo que daba color al recorrido de la Fira d'Agost ha llamado la atención de los visitantes y feriantes este año. En su lugar, el consistorio ha instalado focos de mayor potencia para mejorar la iluminación del recinto. Por otro lado, los barracones permitidos en el tramo de la Albereda frente a Correos y la Glorieta generan un pasillo que distorsiona la imagen del conjunto, al dar la espalda a la zona de jaimas. En el tramo de la Avenida Selgas ocupado por los puestos de juguetes, textil y hostelería, los vendedores valoran de forma más positiva los cambios. La zona presenta más amplitud y está más despejada, después de que la venta ambulante se haya desplazado a la fuente de los 25 Chorros.