«Si todos los pueblos vamos juntos seguro que nos va muy bien a todos». La frase con la que Mª José Tortosa puso el colofón anoche a su discurso de investidura como nueva presidenta de la Mancomunitat de la Costera-la Canal ilustra el clima de consenso que ha vuelto a envolver a la entidad, enturbiado desde septiembre de 2015 por los reiterados desencuentros entre PSPV y Compromís. La alcaldesa socialista de Vallada obtuvo el respaldo unánime de todos los representantes y fuerzas políticas presentes en el pleno durante su abarrotada toma de posesión.

El diálogo previo entablado por Tortosa con el resto de grupos -a los que tendió la mano con un documento remitido el viernes que contenía una serie de puntos básicos de trabajo para afinar una hoja de ruta conjunta- y su apuesta por una gestión más heterogénea y participativa en el seno del organismo que aglutina a 20 municipios (a pesar de la mayoría absoluta del PSPV) ha propiciado un ambiente conciliador muy diferente al que existía al arranque de la legislatura.

La nueva presidenta ensalzó el trabajo de su predecesor, Roberto Granero -que hizo ayer oficial su renuncia al cago obligado por los estatutos, tras dejar de ser alcalde- por haber sentado las bases de «un proyecto en marcha que ha dado visibilidad y dinamizado a la Mancomunitat». Tortosa aseguró que en su mandato va a «contar con todos» para lograr que exista «el máximo consenso» en el ente, apostando por una Mancomunitat «útil y moderna» que ayude a «dinamizar la actividad empresarial y a crear una ocupación estable».

Enfermera, con casi 40 años de trayectoria profesional a sus espaldas, la alcaldesa de Vallada se definió como alguien «que no es política profesional ni aspira a serlo», sino que considera que las instituciones «han de ser de la gente» y no de las élites. «Que esté aquí es síntoma de que avanzamos y de que la gente corriente está entrando en las instituciones», remachó. A continuación, Tortosa reivindicó la necesidad de acercar al máximo la Mancomunitat a los ciudadanos e hizo hincapié en el gran potencial del ámbito comarcal para mejorar la vida de los vecinos de los diferentes municipios, estableciendo nexos y complicidades.

Tortosa sugirió la posibilidad de explorar nuevos servicios susceptibles de ser mancomunados, abogó por implantar un equipo interdisciplinar de técnicos que supervisen los diferentes proyectos del organismo y subrayó la necesidad de priorizar sobre el resto las políticas sociales, de igualdad, dependencia y de violencia género. La mejora de los planes de ocupación, la apuesta por la innovación como elemento fundamental en el desarrollo local y la urgencia para completar el Pacto Territorial de ocupación ya germinado son otros de sus compromisos.

Plenos itinerantes

Aunque aún se ha debatir la nueva composición del aparato gestor de la Mancomunitat, la presidenta se mostró abierta a que los miembros de la junta de gobierno puedan presidir las diferente comisiones. También anunció la creación de una comisión de servicios sociales y se pronunció a favor de convocar plenos itinerantes en los diferentes municipios en lugar de hacerlos todos en Xàtiva. Otro reto por delante será la adecuación de los estatutos a la nueva ley de mancomunidades que perfila el Consell. «Queda mucho trabajo y mucho camino por recorrer y lo empiezo con ilusión», zanjó su parlamento.

El portavoz de Compromís, Vicent Muñoz, agradeció en su turno de palabra la «predisposición de la presidenta» para diseñar un nuevo modelo «que hace dos años no se nos consultó». «Más importante que los puestos es que se defina una hoja de ruta clara», dijo Muñoz, que pidió «más trabajo conjunto» y «que las formas cambien». Miquel Lorente, de EU, defendió la entrada de su formación en la junta de gobierno, al igual que Ciudadanos, que hizo una llamada a dejar atrás las diferencias. No asistió a la sesión el único alcalde y portavoz del PP, Evarist Aznar.