Fue el escenario de uno de los capítulos más dolorosos de la crónica de sucesos de Canals. Ahora, la Agencia Tributaria acaba de señalar la fecha en la que el chalé de los Ferri, valorado en 1,7 millones de euros, saldrá a subasta pública: será el 4 de octubre a las 10 de la mañana. Los licitadores pueden presentar ofertas hasta ese día, aunque es muy probable que el procedimiento quede desierto. No en vano, el inmueble es el más caro de cuantos tiene programado subastar el organismo público que gestiona el sistema tributario en la C. Valenciana de aquí hasta final de año. El depósito que se exige por participar es de 343.000 euros.

El inmueble, que ocupa una superficie construida de 1.129 m2 rodeada de un vasto e imponente entorno ajardinado de 4.447 m2, se asocia irremediablemente al violento atraco perpetrado en 2006 por un grupo de encapuchados, que se saldó con la muerte de dos asaltantes. Los entonces propietarios, la hija del fundador del gigante textil Ferrys y su marido, abandonaron más tarde el chalé, situado en pleno corazón de Canals. Años después, en la finca abrió un moderno complejo de ocio y gastronomía que continúa activo y que ofrece todo tipo de banquetes y eventos, gestionado por otros descendientes de la familia. La vivienda sigue teniendo un uso residencial. Este diario preguntó ayer a la propiedad por el procedimiento de subasta, pero las fuentes contactadas declinaron pronunciarse, recalcando que se trata de asuntos familiares. La enajenación del chalé -que arrastra una carga de 125.000 euros a raíz de una hipoteca bancaria- se dictó en 2015, dentro de un lote de cuatro bienes en licitación que incluye también un solar de 1.652 m2 pegado al inmueble -emblemático por su antigüedad, su estilo arquitectónico y su impresionante jardín-, un terreno de 1.896 m2 en la partida Disseminats (Setenes) de Canals y una caseta con un pozo oval en la misma casa, gravada con una afección por el caudal de agua a favor de una finca del Corcot.

Posible suspensión del proceso

Fuentes de la Agencia Tributaria indican que la subasta podría terminar suspendiéndose en cualquier momento si, antes de adjudicarse los bienes, se efectúa el pago de la deuda pendiente con el Estado, además de los intereses devengados, los recargos del periodo ejecutivo y las costas de proceso de apremio con Hacienda. En la web de la Agencia Tributaria, sin embargo, el procedimiento permanece activo. En caso de que la primera licitación quede desierta, podría rebajarse hasta un 75% la cuantía inicial en una segunda.

El floreciente negocio de Ferrys acabó en quiebra con la crisis del textil, hace una década, lastrado por las deudas. Sus antiguas naves quedaron en manos de un grupo financiero y continúan vacías.