Los orígenes del yacimiento íbero de la Bastida de les Alcusses son más antiguos de lo que se pensaba. La última campaña anual de excavaciones arqueológicas desplegada este verano en Moixent ha confirmado la existencia de una primera ocupación que data del siglo V antes de Cristo y que fue totalmente arrasada para construir la muralla y las casas vecinas conocidas de anteriores excavaciones.

Hasta ahora estaba documentada la fundación de una ciudad a finales del siglo V antes de Cristo, destruida hacia el 330 a.C. de manera violenta. Las investigaciones del equipo interdisciplinar e internacional dirigido por Helena Bonet y Jaime Vives-Ferrándiz han documentado fases constructivas tanto anteriores como posteriores que dibujan una historia mucho más compleja e intensa, a tiempo que revelan nuevas incógnitas.

Los estudios siguen su curso y llevará todavía un tiempo acotar una cronología mucho más precisa. La entidad y el carácter de estas construcciones es suntuaria a tenor de los objetos que se han encontrado, puesto que se han recuperado tanto monturas como un bocado de caballo (parte de la brida que se introduce en la boca del animal para gobernarlo) o un pendiente de oro. Esta ocupación se localiza sólo en la zona oeste del asentamiento, que fue arrasada para construir el poblado que puede visitarse actualmente.

Las evidencias de restos de muros y suelos que se han visto sobre los hundimientos de las casas constatan que, después del abandono del poblado, hubo otra ocupación. Datar la misma y qué tipo de personas y motivaciones tuvieron es el objetivo de la investigación científica dirigida por el Servicio de Investigación del Museo de Prehistoria, dependiente de la Diputación de València, que financia los trabajos de excavación.

Uno de los hallazgos más significativos de esta campaña en el yacimiento de Moixent ha sido un pendiente de oro, característico de este periodo y poco frecuente de encontrar: desde 1928 no se había hallado ninguna pieza así, aunque es el quinto pendiente de oro que se descubre. Los otros cuatro aparecieron juntos en 1928 mientras se excavaba el sector central del yacimiento. Tirando del hilo de este hallazgo, que pertenecía al algún personaje de la élite, los investigadores tienen ahora que abordar la comprensión global del espacio de la zona oeste, donde se encontró la pieza, puesto que procede de un estrato sólo excavado parcialmente.

Enclave emblemático

El proyecto de investigación en la Bastida de les Alcusses trata de dar respuesta a dos preguntas: «¿Cómo fue la vida cotidiana durante los siglos V e IV a.C. en el valle del río Cànyoles?» y «¿Cómo se explica la fundación y el abandono de esta ciudad amurallada?».

El diputado de Cultura, Xavier Rius, ha trasladado su felicitación al equipo arqueológico «por su labor sostenida en el tiempo, que ha convertido el yacimiento de la Bastida en un enclave emblemático para el conocimiento y la interpretación de la cultura valenciana».