Dos días antes de la detención de diversos directivos de la Federación Española de Fútbol (RFEF), a finales de julio, la Audiencia Nacional condenó a esta entidad a devolver al Consejo Superior de Deportes (CSD) 2,3 millones de euros por las irregularidades detectadas en la justificación de las subvenciones que, en 2010, se destinaron a financiar infraestructuras ligadas al fútbol no profesional con cargo al 1% recaudado de las quinielas del Estado.

Las obras que alfombraron con césped artificial el campo de fútbol El Llimoner de Canals figuran entre las 40 intervenciones sufragadas por la RFEF en toda España que han motivado el proceso de reintegro debido a los incumplimientos en el convenio. Hace justo 7 años, el ayuntamiento inauguró la remodelación de las instalaciones tras invertir 450.000 euros del Plan E estatal en la construcción de un nuevo terreno de juego y una pista de atletismo. Una subvención de 174.702 euros gestionada por la RFEF costeó la instalación del césped artificial. Sin embargo, a la hora de justificar el correcto destino de la ayuda, no se acreditó el IVA como gasto subvencionable ni el pago de una de las facturas emitidas. Después de constatar las anomalías, el CSD reclamó a la Federación la devolución de la cuantía aportada para el proyecto.

El Consejo Superior, un organismo dependiente del Estado, concede a la RFEF un porcentaje del dinero ingresado con las apuestas deportivas para que lo destine anualmente al fútbol no profesional. De los 6,1 millones inyectados en la convocatoria de 2010, la entidad privada ha sido conminada a reintegrar 1,9 por vulnerar el convenio de colaboración que regulaba los criterios del reparto y no justificar debidamente el gasto. Canals es, junto a Villar del Arzobispo, la única localidad valenciana que aparece en la relación de obras bajo lupa. Por ahora, el procedimiento no afecta económicamente al consistorio pese a ser el promotor de la obra, según las fuentes consultadas.

En su recurso ante los tribunales, la RFEF alegó que el CSD era corresponsable de las anomalías por cuanto ambas entidades formaron una Comisión Mixta para coordinar las ayudas. La Federación también argumentó que los fondos públicos recibidos de las arcas públicas «se destinaron a los fines previstos» y que las obras se completaron adecuadamente. Por último, la entidad privada indicó que su función era «entregar a los ayuntamientos y a las Federaciones regionales de fútbol el dinero procedente de la subvención» para financiar sus proyectos.

La sentencia de la Audiencia Nacional, sin embargo, remarca que es la RFEF, como beneficiaria y receptora de los fondos públicos, la que ha de justificar adecuadamente las ayudas y el gasto desplegado. En algunos casos, la entidad presentó la factura pero no acreditó el pago o dedicó las ayudas del convenio de las quinielas a actuaciones que ya estaban siendo financiadas con otros programas públicos, entre otras anomalías.

El Llimoner es el segundo campo de fútbol de césped artificial de Canals tras el de Quatre Camins, que acoge los partidos oficiales del UD Canals. Las instalaciones, que albergan campeonatos de todo tipo, suelen permanecer cerradas para evitar actos vandálicos.