«Si la Comunitat Valenciana tuviera una financiación justa, Ontinyent podría tener cada año 11,4 millones de euros más para destinar a inversiones en el municipio, cifra que en el conjunto de la Vall d'Albaida ascendería a 29 millones». Así lo explicaron ayer el conseller de Hisenda i Model Econòmic, Vicent Soler, y el alcalde de Ontinyent y presidente de la Diputació de València, Jorge Rodríguez, en un acto organizado en el Centre Cultural Caixa Ontinyent, dentro de la campaña del PSPV #NiMésNiMenys, en la que los socialistas están reclamando una financiación autonómica justa.

Soler y Rodríguez exponían que «estamos en una situación de discriminación con respecto a vecinos de otras comunidades, y ante esto es necesario que la sociedad civil se una. No queremos ser más que el resto, pero tampoco menos». Los dirigentes socialistas apuntaban que «si la Comunitat Valenciana recibiera un trato justo, infraestructuras como la mejora del tren Xàtiva-Alcoi o del tramo l'Olleria-Terrateig de la CV-60 podrían ver por fin la luz, y otras como el nuevo hospital de Ontinyent, para el que el Consell tendrá que hacer un gran esfuerzo, podrían estar mucho más avanzadas».

La campaña del PSPV, que se inició el pasado martes y se alargará hasta el 7 de octubre, recorre la Comunitat Valenciana para explicar «qué supone para los valencianos el bloqueo del Gobierno de Mariano Rajoy a un nuevo modelo de financiación autonómica». En estos actos, el PSPV persigue ir más allá de la militancia y reunir a asociaciones y colectivos de la sociedad civil para explicar hasta qué punto lastra el desarrollo económico y social valenciano la infrafinanciación.

Vicent Soler afirmaba que «el actual sistema está caduco, se debería haber renovado en 2013 y cada año perdemos, con respecto a la media española, 1.300 millones de euros». El conseller advertía que «si no se renueva en los próximos meses, en 2018 el déficit de financiación crecerá en 300 millones, de modo que en la Comunitat Valenciana tendremos 1.600 millones menos de lo que nos toca recibir al año», y añadía que «no hay ninguna razón, salvo que nuestra poca visibilidad política como pueblo haga que Madrid actúe con tanto desprecio afectando a la dignidad de cinco millones de personas. Está pasando como en Robin Hood, pero al revés, el pobre paga al rico. Y esta situación toca límites y es absolutamente inaguantable». Por ello, Soler reivindicaba que «la distribución constitucional de competencias tenga una lógica paralela de distribución vertical de recursos en los tres niveles de administración. Porque si esto no se hace bien, al final el perjudicado no es el gobierno autonómico, o el gobierno municipal, sino el ciudadano», apuntaba.

Rodríguez, por su parte, espoleaba a que Ontinyent y la Vall d'Albaida «tomemos conciencia de lo que perdemos con este bloqueo». El alcalde exponía que en el caso de Ontinyent, «si el Gobierno de España nos diera la financiación que nos corresponde, nuestra capacidad inversora sería mucho mayor para impulsar nuestro desarrollo social y económico».

«A la cola» de España

Con el actual sistema de financiación, la Comunitat Valenciana «está a la cola» de España, y en 2018 perderá con respecto a la media 1.600 millones de euros, señalaba Soler, remarcando que «cada minuto que pasa, la Comunitat Valenciana perderá 3.000 euros. Sólo en Ontinyent, la inversión perdida sería de 11,4 millones de euros al año, y en la Vall d'Albaida supondría un déficit superior a los 29 millones de euros anuales», una situación, incidía Soler, «que requiere unidad de la sociedad para defender nuestros derechos».