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Xàtiva diseña otro proyecto para acabar la ermita del Puig tras 4 años de parálisis

El consistorio encarga al arquitecto Vicent Torregrosa la redacción de los últimos trabajos a la espera de la ayuda económica de la diputación -La intervención inicial planteada en el inmueble es desechada

Xàtiva diseña otro proyecto para acabar la ermita del Puig tras 4 años de parálisis

El gobierno municipal de Xàtiva ha encargado al arquitecto Vicent Torregrosa la redacción de un nuevo proyecto de restauración de la ermita gótica del Puig que reemplazará a otro anterior diseñado al comienzo de las obras. Los trabajos de recuperación del inmueble del siglo XIV, iniciados en 2010, acumulan un parón de 4 años.

El proceso permanece anclado en la novena fase, a la espera de que la diputación conceda la inyección económica de 100.000 euros que demanda el ayuntamiento (unida a otra de 50.000 euros con fondos propios) para poder desplegar las intervenciones pendientes: rematar el cubrimiento del conjunto arquitectónico, recuperar los muros de la casa del ermitaño, reconstruir la bóveda de crucería del acceso a la ermita, adecentar y pintar el interior, reponer y restaurar los valiosos elementos escultóricos, pictóricos y cerámicos o tapar puertas y ventanas para evitar actos vandálicos.

El contrato menor de servicios para la redacción del nuevo proyecto se adjudicó ayer por 11.500 euros más IVA al también arquitecto-conservador del castillo de Xàtiva. Desde el consistorio subrayan que Torregrosa es un profesional «con una larga trayectoria en restauración de bienes patrimoniales», autor del proyecto de rehabilitación del antiguoconvento de Sant Domènec, entre otros. Para el concejal de Cultura y Patrimonio Histórico, Jordi Estellés, el acuerdo supone dar «un paso adelante hacia la solución final de la restauración del Puig». Con un proyecto definitivo, esperamos y deseamos salvaguardar de forma definitiva la ermita gótica», señaló.

El proyecto de restauración de la ermita del Puig ha sido valorado en función de criterios como la existencia de un plan de actuación en el mínimo plazo posible y la posibilidad de ejecución por fases. La corporación municipal pretende que la solución arquitectónica adoptada comporte «el máximo respeto al bien desde el punto de vista patrimonial y cultural».

El proyecto no sólo se limitará a una fase concreta de intervención, sino que abarcará todas las fases hasta completar la obra. Además, ha de circunscribirse a un presupuesto máximo de 150.000 euros: lo que cuesta la fase novena. El alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, se comprometió a que las obras estarían adjudicadas antes de 2018, así como a dotar de un uso público al templo -propiedad de la parroquia de Sant Pere- y hacerlo visitable durante esta legislatura. A pesar de la promesa, la plataforma surgida en 1996 para reivindicar la recuperación del edificio no baja la guardia y se ha matenido vigilante durante las romerías anuales convocadas hasta el cerro del Puig.

Obras urgentes en el cementerio

El equipo de gobierno también dio luz verde ayer a la adjudicación del contrato menor de obras para la reparación de la cúpula de la capilla del cementerio municipal, adjudicada a la mercantil Cisfercons SLU, por 38.000 euros. La intervención es urgente y vital para atajar el deterioro del techo del templo, protegido con una red desde hace meses para evitar la caída de cascotes. Como informó este diario, el Ayuntamiento de Xàtiva pidió una subvención a la Conselleria de Cultura para ejecutar las obras dentro del programa de ayudas para restaurar patrimonio, pero fue excluido del listado de beneficiarios -dado a conocer recientemente- por haber presentado la documentación fuera de plazo.

La capilla se encuentra en un estado precario y cerrada al público por razones de seguridad, por lo que había que actuar de manera urgente. Estellés destaca que se recuperará un espacio «que ha pasado desapercibido hasta el momento para una parte de la ciudadanía». La previsión municipal es que las obras arranquen una vez transcurra la festividad de Todos los Santos, en previsión de que se eviten los inconvenientes ligados a la elevada afluencia de público al cementerio durante esos días. La duración de los trabajos se estima en un mes.

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