El Ayuntamiento de Xàtiva sacará a concurso-oposición 57 plazas de funcionario ocupadas por personal en régimen temporal o de interinidad que accedió a la plantilla municipal con anterioridad a 2005 sin pasar ningún examen. Los planes avanzados por Levante-EMV se cumplieron y, tras una jornada extenuante, los tres socios de gobierno comparecieron ayer en una rueda de prensa solemne, exhibiendo máxima unidad, para formalizar el controvertido anuncio.

En la Mesa General de Negociación celebrada a primera hora de la mañana, la Oferta de Empleo Público (OEP) extraordinaria planteada por el tripartito obtuvo luz verde con el voto positivo de UGT, CCOO y SPPLB y la abstención de USO. Las plazas no se convocarán de golpe, sino que se fraccionarán en cuatro fases a lo largo de tres años. El primer proceso de selección podría iniciarse en marzo de 2018 y afectará a 9 trabajadores. El segundo consolidará 7 puestos y se programa a partir de septiembre del próximo año. El grueso de la oferta, en cambio, se aplaza para finales de 2019 (21 plazas) y mediados de 2020 (las 20 restantes).

Con la firma del Pacte de Sant Domènec, el equipo de gobierno asumió el reto de regularizar la situación de 105 trabajadores que, según recalcó ayer la regidora de Personal, Empar Penadés, fueron contratados «de manera irregular» durante los 20 años de mandato de Alfonso Rus. La cifra equivale al 59% de la plantilla de la administración local. Desde 1995, el Ayuntamiento de Xàtiva no ha convocado oposiciones libres. El elevado índice de interinidad existente dificulta ciertas tareas reservadas por ley al personal funcionario. Pese a considerarse un asunto «prioritario», el ejecutivo no había podido abrir el melón hasta que el Gobierno aprobó la Ley de Presupuestos, en junio de este año. Dicha norma ofrece el encaje necesario para promover la regulación, con el requisito de que las plazas que se saquen tienen que haberse ocupado antes de 2005. Por eso, de los 105 empleados en el punto de mira, la OEP se limita por ahora a 57. El resto se convocarán «más adelante».

Una vez conocida la noticia, el desasosiego cundió entre la plantilla municipal. Las puertas del consistorio se cerraron un poco antes de lo normal y los trabajadores fueron convocados al salón de plenos para ser informados de los pormenores del procedimiento, previamente desgranados en una circular interna. En la reunión hubo momentos de tensión. Algunos empleados pidieron que se tuviera en cuenta la edad de los afectados, muchos mayores de 50 años que podrían verse en el paro.

Penadés trató de calmar los ánimos haciendo hincapié en que la OEP tendrá en cuenta los méritos y el tiempo trabajado, si bien todos los trabajadores deberán pasar un examen. Y el resultado puede ser perder el trabajo o consolidar la plaza y lograr una seguridad laboral de la que ahora carecen. «Es una oferta ambiciosa, pero que no sorprende a nadie», dijo la regidora. La ingente cantidad de plazas irregulares que se arrastran es muy poco común en otras administraciones locales. Xàtiva es el primer consistorio valenciano en articular un proceso de tanta envergadura.

Las bases, a negociación

Aún quedan por despejar muchos flecos sobre las bases de cada convocatoria, que se dirimirán en la mesa de negociaciones. Por ejemplo, no se ha decidido el porcentaje de plazas que se cubrirán por concurso o por oposición o cuánto computarán los meritos. Fuentes municipales confían en que la mayor parte de los actuales trabajadores pasarán el proceso y consolidarán su plaza. En caso contrario, el consistorio deberá asumir las indemnizaciones que se produzcan. Esta situación eventual se contemplará en el presupuesto de 2018, que reservará una partida de 50.000 a 100.000 euros. Penadés abrió la puerta a acordar jubilaciones anticipadas y aseguró que se «tendrán en cuenta» las situaciones personales.