Se han adjudicado recientemente por parte del Instituto de Turismo de España (Turespaña) los trabajos de redacción del proyecto básico y de ejecución de las actuaciones arqueológicas para la adecuación del futuro parador de turismo en las dependencias del antiguo convento gótico de Sant Francesc de Morella, junto al acceso al castillo de la histórica capital de la comarca castellonense de Els Ports.

Estas actuaciones, que se han adjudicado a una unión temporal de empresas por un presupuesto cercano a los 100.000 euros, suponen la reactivación del proyecto turístico del parador morellano, tras el parón producido por la crisis económica, y confirman la apuesta de Turespaña por esta infraestructura que supondrá, una vez abierta y según el estudio de mercado previo, un enorme revulsivo económico y turístico tanto para Morella como para los municipios de alrededor, especialmente en el sector hostelero, además de contribuir a una excelente recuperación patrimonial de calidad de este enclave histórico-artístico.

Como reza el titular del medio nacional en el que se publicó la noticia: «El parador de Morella (avanza) sin prisa, pero sin pausa» y llama la atención la defensa del proyecto por parte del delegado del gobierno en la Comunitat Valenciana, el que fuera conseller de la Hacienda de los recortes en el Consell valenciano, y teniendo en cuenta que la alcaldía morellana ha estado en todo este tiempo en manos socialistas. Es decir, administraciones gobernadas por actores de distinto signo político remando, ahora sí, todos a una en un proyecto cuya dimensión y magnitud „sólo hay que recordar la inversión de dos millones de euros en el túnel construido bajo la muralla que evitará el acceso de vehículos atravesando las calles del conjunto histórico-artístico para acceder al parador„ lo convertirán en un referente turístico de la Comunitat Valenciana y de España.

En la otra cara de la moneda sigue hoy el antiguo Real Monasterio de la Asunción o de Santa Clara de Xàtiva, del siglo XIV. Sigue en manos de la inmobiliaria de cabecera del banco de Santander, tras una rocambolesca trayectoria de operaciones de venta, derecho de retracto no producido, proyecto hotelero frustrado y subasta judicial, mientras se va deteriorando, sin dejar la espiral especulativa de su posible nueva venta al mejor postor e incumpliendo la ley estatal y autonómica que establece la obligación de régimen de visitas periódico para los Bienes de Interés Cultural como éste.

La idea de hacer el parador de Morella arrancó a finales de los años 60 del pasado siglo con incluso aportaciones ciudadanas para el proyecto, que tomó forma como tal entre los años 2001 y 2004. La puesta a la venta por los gestores de la orden a la que pertenecían las últimas monjas franciscanas clarisas del ancestral monasterio setabitano, enriquecido durantes siglos por aportaciones de familias locales, se produjo en el año 2006. En aquel momento gobernaban la comunidad autónoma y el municipio representantes del mismo partido político y de distinto signo político en el Estado. La triste trayectoria del conjunto monástico hasta hoy es de sobra conocida, con la ocurrencia interesada, entre medio, publicada en prensa y nunca confirmada, de ubicar un parador de turismo en la finca El Palasiet.

Alegra saber de la reactivación de la construcción del parador de Morella en el antiguo convento franciscano, que cubrirá y protegerá por fin su bello, romántico y casi desmoronado al aire libre claustro gótico. En el dinamitado y extenso claustro gótico del monasterio de clausura franciscano de Xàtiva seguirá creciendo la vegetación pero, por lo menos, podrá tener un modelo de referencia cuando el flamante parador de Morella abra sus puertas, sobre cómo podrían haberse hecho mejor las cosas y, sobre todo, la todavía nueva pequeña oportunidad, tras la crisis y con el gran potencial turístico-cultural-gastronómico del conjunto histórico-artístico de Xàtiva, de seguir el modelo de Morella y continuar reivindicando, con una buena y profesional solicitud documentada, la ubicación de un parador, teniendo en cuenta que los establecimientos de la red de estas mismas características más cercanos se encuentran, por el momento, (Alarcón a 222 Km., Cuenca a 247 Km., Alcañiz a 305 Km., Tortosa a 267 Km., Lorca, abierto en 2012, a 237 Km. y, dentro de unos años, Morella a 243 Km.) a muchos kilómetros de distancia.