Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Necrológica

Fallece el empresario del sector óptico y productor citrícola Juan José Sanchis

Un infarto acaba con la vida del impulsor de cinco locales de la marca Optica Central en Xàtiva, Benigànim y Canals

Hay quien fantasea con cambiar radicalmente de vida; con dejar su profesión y dar un vuelco a su existencia. Y hay quien lo hace. Juan Bautista José Sanchis Aramburo era uno de estos últimos. Fallecido a los 65 años el sábado de un ataque al corazón, hace un par de años que se alejó de su boyante negocio en el sector de la óptica. Lo dejó en manos de sus hijos y se convirtió en productor citrícola. Pero no como una mera afición de prejubilado, sino como un oficio igual o más intenso aún que el anterior. Amaba de tal modo la tierra que no parecía sacrificio; era feliz. Juanjo, hombre de una personalidad arrolladora, deja viuda, Vicenta; dos hijos, Juan José y Gonzalo, y tres nietos. Le sobrevive su madre. Tenía cinco hermanas. Su misa funeral será hoy a las doce del mediodía en la Seu de Xàtiva.

Natural de Tavernes de la Valldigna, se instaló en Xàtiva a finales de los años 70 y estaba afincado en Genovés. Llopis se separó del negocio que compartía con su hermana en la Baixada de l’Estació, Multiópticas, hace más de diez años y montó por su cuenta hasta tres locales en Xàtiva de una conocida franquicia emergente del sector de las ópticas, Opticalia, más una cuarta tienda en Benigànim y una quinta en Canals. El más conocido de ellos y sede central del negocio es el enorme chaflán de fachada circular de la confluencia de Jaume I con Reina y Baixada de l’Estació, lo que antiguamente fue el popular bar Sicania, con acceso desde la Albereda. Tras dejar de operar hace alrededor de un año como franquiciado, agrupó todos sus establecimientos baja la marca propia Optica Central.

Era caballero legionario e hizo el servicio militar en la IV Bandera, lo que le llevó a vivir como soldado la Marcha Verde de 1975: la invasión marroquí del Sahara español. Se formó en Barcelona. Y siempre tuvo un gran apego por la agricultura, lo que le llevó incluso a recibir formación en Israel en varias ocasiones. Su padre era farmacéutico. Tras dejar la dirección de las ópticas, compró más tierra y se centró en la producción de salustianas.

Juanjo era un excepcional enamorado de la gastronomía. Pocas personas de la zona conocen de primera mano los restaurantes de corte popular o la alta cocina de Madrid, Barcelona o Valencia tanto como él, que había estado prácticamente en todos los indispensables. Promotor de paellas, pucheros o torrades familiares o con amigos, fue también muy cinéfilo y persona de grandes convicciones religiosas. Era amigo íntimo del notario Luis Miguel Delgado, quien ayer tuvo palabras de elogio hacia Juanjo por su calidad humana y su, también excepcional, sentido del humor.

Compartir el artículo

stats