El Arxiu del Regne de València ha inaugurado la exposición de la Orden de Montesa para conmemorar el séptimo centenario de su fundación por parte de Jaime II, en 1317, y colaborar en los actos que está llevando a cabo la Universitat de València para dicha celebración, tal como avanzó Levante-EMV el lunes. La exposición se compone de sesenta documentos de la Orden de Montesa desde el siglo XIV hasta el siglo XVIII. Son fondos del Archivo del Reino entre los que destacan el libro de escrituras originales de Pere Lobet de Balanya, otorgadas en tiempo de los dos primeros maestros de Montesa, fray Guillermo de Erill y fray Arnau Soler (1319-1321), que posiblemente es el primer libro registro de documentos de la Orden de Montesa, y actos de posesión del Maestrazgo de Montesa por el rey Felipe II, que se trata de las actas de posesión, pueblo por pueblo, de la Orden por parte de los comisionados de Felipe II, ya que ese fue incorporado en 1592 a la Corona, han explicado.

La Orden de Montesa nació en 1317 como consecuencia de la supresión de la Orden del Temple en 1312. El rey Jaime II negoció con el Papa la creación de un nuevo orden militar en el Reino de Valencia que reuniera los bienes de los órdenes militares del Temple y del Hospital. Su finalidad era la defensa de las tierras valencianas contra los ataques de los musulmanes. El papa Juan XXII, por una bula del 10 de junio de 1317, creó la nueva Orden de Santa María de Montesa, aunque su nacimiento efectivo se produjo en 1319 con el nombramiento del primer maestro, Guillem de Erill.

Para el Reino de Valencia, la fundación de la Orden de Montesa supuso la creación del señorío más importante de su territorio, ya que comprendía más de cincuenta poblaciones. La capital del señorío se encontraba en el castillo y convento de Montesa, aunque tras el terremoto de 1748 los frailes y el gobierno de la orden se instalaron definitivamente en Valencia, en el palacio del Temple. Los caballeros de Montesa formaron una parte muy importante de la nobleza valenciana y alguno de ellos ocupó cargos relevantes en las instituciones del reino. En las Cortes Valencianas el maestro de Montesa ocupaba el segundo lugar del brazo eclesiástico, después del arzobispo de Valencia.

En el XIX, con la Desamortización, se suprimió el convento de Montesa, pero la Orden continuó funcionado hasta el 1931, año en el que el gobierno de la República suprimió las órdenes militares, aunque se les permitió reconvertirse en asociaciones civiles.