La Diputació de València, a través del área de Medio Ambiente, destinará 165.437 euros a diez localidades de la Vall d'Albaida con el propósito de favorecer la inversión municipal en gestión forestal sostenible y la prevención de incendios. Estos recursos forman parte de la primera línea de ayudas impulsada por parte de la corporación provincial con el propósito de incentivar la conservación, mejora y aprovechamiento de la masa forestal. Tiene un presupuesto global de 1.570.000 euros.

La convocatoria para la concesión de subvenciones orientadas a la gestión forestal sostenible presenta dos líneas de ayudas independientes y compatibles. Por un lado, se destinarán recursos para la realización de trabajos e inversiones encaminadas a la conservación, mejora y aprovechamiento forestal. Para estos cometidos, Agullent recibirá 6.494 euros; Aielo de Malferit percibirá 6.405 euros; Llutxent 10.269 euros; Pinet se verá beneficiado con 10.230 euros; Quatretonda 9.895 euros; Montitxelvo recibirá 9.009 euros; y Terrateig percibirá 9.492 euros.

La vicepresidenta de la Diputació, Maria Josep Amigó, ha lamentado «la situación de abandono, en cuanto a políticas de prevención, que durante los últimos años han sufrido las montañas de nuestros municipios». En contraposición, «en el actual equipo de gobierno de la Diputación nos creemos nuestro territorio y pensamos que vale la pena trabajar por su conservación y su aprovechamiento», ha remarcado la vicepresidenta. Es por ello, «tratamos de cambiar la situación de abandono y falta generalizada de gestión forestal existente hasta la fecha, para impulsar la planificación y el control de los trabajos desarrollados por las brigadas de la Diputació, que habían dibujado un escenario muy negro y muy inflamable para el futuro de nuestro territorio», sentencia.

Por su parte, el diputado de Medio Ambiente, Josep Bort, ha explicado que con esta convocatoria «se salda una deuda pendiente con los municipios, para que éstos puedan implementar políticas valientes y empezar a desarrollar herramientas de gestión que permitan cambiar las dinámicas de abandono que sufren nuestros bosques y montañas», afirma. Asimismo, ha justificado que estas acciones sean ejecutadas por los consistorios «porque nadie mejor para desarrollarlas», agrega.