Tercera victoria consecutiva del Ontinyent en casa o lo que es lo mismo se han dejado atrás los miedos como local para convertir el Clariano en un insuperable fortín. Ante el Peralada, uno de los equipos más atrevidos que ha pasado por la avenida del Tèxtil, se volvió a sufrir, pero todos pusieron su granito de arena para dejar los tres puntos en casa: Un imperial Álvaro Campos que cada jornada que pasa supera la anterior, con intervenciones decisivas solo al alcance de un guardameta de extrema calidad. La defensa se muestra cada vez más segura, liderada por un Franco Russo elegante y contundente. En el centro del campo Anaba es un lujo y un seguro de vida. Y tal vez las mayores dificultades apuntan a la zona de vanguardia donde al equipo le cuesta perforar las redes contrarias. Es en ese momento cuando hace la aparición estelar Juanan Casanova, el líder de este bloque, tanto en la faceta goleadora, con cuatro dianas en los últimos cinco partidos, como en el liderazgo sobre el terreno de juego.
Luego está la afición, que reacciona bien entrada la segunda parte, pero su empuje está ayudando al equipo en los momentos más complicados. Todos ellos, unidos al compromiso del resto de la plantilla, están haciendo del Clariano, un estadio rocoso y difícil para sacar tajada. «Los tres últimos partidos en casa hemos conseguido 9 puntos muy importantes y una vez más en los minutos importantes del partido se ha notado el Clariano, como apretaban los aficionados, como estaban con nosotros y eso, en el ánimo de nuestros jugadores y en el del rival, se nota. Estoy muy agradecido a la gente porque ha sido una semana muy dura, con cierta decepción por el empate ante el Deportivo Aragón y sin embargo a pesar de que ante el Peralada en algunos momentos no estuvimos acertados, ellos estuvieron con nosotros», comenta un agradecido Parras.
Problemas de definición
De todas formas, el triunfo no debe ocultar los problemas de definición que tiene la plantilla. Ante el Peralada, el Ontinyent combinó bien desde atrás pero sus acciones morían en tres cuartos de campo. «Nos cuesta crear peligro en esa zona porque son situaciones que ya tienes que afinar con pases más precisos».
Con sufrimiento, compromiso y situaciones diversas, la realidad es que llegados al primer tercio de la liga, el Ontinyent se encuentra en una situación muy cómoda en la tabla con 19 puntos a 7 de la promoción de descenso y a 9 del descenso directo. Con el vaso medio lleno, los de la Vall están a dos puntos de la promoción de ascenso. Con ilusiones o realidades lo único que le preocupa al técnico del Ontinyent «es la progresión del equipo. Ahora es anecdótico porque queda mucha liga. Debemos seguir trabajando día a día y competir cada partido hasta el final».
