El borrador del Plan de Ordenación Forestal (PORF) de la demarcación de Xàtiva que está diseñando la Conselleria de Medio Ambiente radiografía los efectos del abandono que sufren los montes de la Costera y la Vall d´Albaida como consecuencia de una gestión prácticamente nula.
La superficie forestal de estas dos comarcas, con una extensión de 61.578 hectáreas, representa el 10% del total de la provincia. Sin embargo, proporcionalmente, su aprovechamiento es inferior a la media, «casi inexistente» si se pone el foco en la extracción de madera y biomasa. En los últimos diez años, apenas han sido objeto de tratamiento una media de 480 toneladas anuales de este material.
El equipo técnico redactor del documento, en cambio, calcula que en la demarcación son susceptibles de aprovecharse de manera favorable para el medio 6.700 toneladas de biomasa al año, que podrían emplearse con fines energéticos en la generación de combustibles alternativos, a tiempo que contribuirían a reducir el riesgo de incendios forestales y plagas.
El PORF señala la necesidad de implementar una «gestión forestal sostenible y activa» como «herramienta para la mejora y preservación de la masas forestales», ante el reto de reducir la vulnerabilidad del monte. En la demarcación no se efectúan tratamientos selvícolas de forma generalizada y, los que se realizan, van ligados a pequeños trabajos en fincas públicas o subvenciones en fincas privadas. La mayor parte del territorio, además, carece de planes de gestión, una problemática que se agrava por la atomización de la propiedad privada, la abrupta orografía o el escaso mantenimiento de infraestructuras de apoyo. En este contexto, el PORF apuesta por potenciar los aprovechamientos de biomasa forestal con fines energéticos (biocombustibles) para obtener energías renovables a partir de productos y residuos de la gestión sostenible de los montes, ayudando a reducir el riesgo de catástrofes forestales. Todo ello priorizando las masas de pino carrasco en estado de latizal. Las áreas con mayor potencial están en el interior, sobre todo en Bocairent, la Font de la Figuera, Fontanars, Moixent. En masas de repoblado o monte bravo se aboga, en cambio, por tratamientos selvícolas que conduzcan a estructuras más estables e ignífugas.
La situación actual de abandono forestal contrasta con la importancia económica que tiene el sector de la industria de la madera y de la transformación de biomasa en la demarcación, donde existe un tejido de varias empresas que han de emplear materia prima de fuera para sus actividades ante la nula regulación en la zona. Algunas han tenido que cerrar sus instalaciones por la falta de rentabilidad, como es el caso de Cerámicas Mollà.
Recuperación de pastos
Algo más de la mitad de la superficie forestal de la demarcación de Xàtiva es de titularidad privada. La paulatina desaparición del sector primario, junto al envejecimiento, el éxodo poblacional y la baja natalidad de las zonas rurales han contribuido al escenario de dejadez actual. Además de sugerir la gestión asociativa de propietarios mediante planes de gestión, el PORF urge a la recuperación de sistemas forestales que potencien la conservación de la biodiversidad y creen discontinuidades en la masa forestal para prevenir incendios.
Esta estrategia persigue dinamizar el monte combinando los aprovechamientos de biomasa, la recuperación de pastos para el ganado y la potenciación de otras actividades como la apicultura con el turismo rural y el ocio. El documento, por último, plantea actuaciones para combatir el riesgo de erosión, que afecta en valores altos a un 40% de la superficie forestal, así como para mejorar los acuíferos -un 60% se halla en mal estado- y luchar contra el peligro de desertificación, «muy alto» en las sierras de la Solana de Agullent o el Benicadell.
