La infrafinanciación que sufre la Comunitat Valenciana por parte del Gobierno central bloquea las mejoras en el tren Xàtiva-Alcoi y la finalización de la carretera que une l'Olleria con Gandia. Así lo recalcaron ayer representantes del PSPV, Compromís y Esquerra Unida y de los sindicatos CCOO y UGT en el acto unitario celebrado en la Casa de Cultura de Xàtiva para reclamar una financiación justa. Un acto en el que Raül Roselló, Manuela Pascual, Ricardo Sixto, Isaura Navarro y Blanca Marín instaron a la ciudadanía a participar en la manifestación del próximo sábado en València.

La secretaria de CCOO en las comarcas centrales, Manuela Pascual, evidenció que la infrafinanciación autonómica repercute en las infraestructuras comarcales. En este sentido, expuso que «la falta de recursos económicos tiene como consecuencia una falta de infraestructuras en la comarca», y subrayó el tren Xàtiva-Alcoi, «necesario para el desarrollo como ciudadanos de los vecinos de estas comarcas»; y «los 22 kilómetros de la carretera de l'Olleria a Gandia».

Los cinco ponentes coincidieron en resaltar que además de la infrafinanciación, la Comunitat Valenciana sufre la falta de inversiones por parte del Gobierno de Mariano Rajoy y una elevada deuda histórica. Raül Roselló, secretario general de UGT, remarcó la «anomalía» en la financiación de la Comunitat Valenciana, pero incidió en que la sociedad valenciana «ha tomado conciencia» de ello. «Nos ha costado, porque no es fácil reconocernos como pobres, pero somos un pueblo pobre», afirmaba para señalar después que esa situación es «una injusticia y tiene consecuencias en nuestras vidas». Expuso que la Comunitat Valenciana está por debajo de la media española en el salario, 142 euros menos, y que el 37 % de los valencianos no gana más del salario interprofesional. Añadió que 6 de cada 10 trabajadores están en situación de pobreza.

Roselló señaló que la falta de una financiación justa obliga a la Generalitat a destinar el 80 % del presupuesto a prioridades como la sanidad, la educación y los servicios sociales, y no a políticas de ocupación. Algo en lo que coincidió Pascual, que incidió en que la problemática «repercute en el mercado laboral y social», y añadió que desde 2009 «no se han revisado los criterios de financiación autonómica». Ricardo Sixto, diputado de Esquerra Unida en el Congreso, aseguró que la problemática «se arrastra desde 1982, cuando se hicieron las primeras transferencias a las autonomías. La cuestión no se ha solucionado con las posteriores revisiones porque la desigualdad de origen nunca se ha corregido». Sixto afirmó que la Comunitat Valenciana «paga por encima de la media, pero recibe por debajo de la media». El diputado de EU criticó que el PP „«y Ciudadanos no se sabe que harỄ no se una a la manifestación que promueven el resto de partidos, sindicatos y la patronal empresarial.

A este respecto, Isaura Navarro, diputada por Compromís en les Corts Valencianes, señaló que existe «una persecución del PP a las medidas del cambio» promovidas por el gobierno de la Generalitat, «por eso no van a la manifestación». Navarro manifestó que «nos ha gobernado la corrupción» y que las «fiestas de Camps y Barberá han hecho que se nos vea como ricos», pero «somos una comunidad pobre y que aporta dinero como si fuera rica».

La diputada autonómica puso de manifiesto que a la «falta de inversiones» se añade que «infraestructuras como el tren Xàtiva-Alcoi o la variante de la Font de la Figuera han aparecido en los presupuestos estatales, pero después no se ha ejecutado esa inversión». También aludió a los 21.000 millones de euros de deuda histórica, coincidiendo con Blanca Marín, secretaria autonómica de Economia (PSPV), quien añadió que esa deuda «limita los servicios sociales y el futuro de los valencianos. No tenemos las mismas oportunidades para desarrollar el potencial del territorio». Expuso que la Generalitat destina 3.800 millones de euros a amortizar deuda, lo que «limita la financiación de las políticas de autogobierno de la Generalitat». Por ello animó a acudir el sábado a la manifestación para ser «una voz única de reivindicación ante Madrid».