Un hombre de 47 años condenado en 2002 a trece años de cárcel por varias agresiones sexuales y un delito de detención ilegal fue juzgado ayer nuevamente por la Audiencia Provincial de València por un nuevo intento de violación ocurrido en octubre de 2015 en un camino agrícola situado entre l´Alcúdia de Crespins y Canals. El acusado, que estaba agazapado en un campo de naranjos, se abalanzó sobre su víctima de 34 años y le ató presuntamente una cuerda alrededor del cuello, para después arrastrarla varios metros hasta un lugar más escondido entre los árboles. Por suerte, no llegó a consumar la agresión sexual y la mujer consiguió zafarse de él tras golpearle e identificar su rostro.

El Ministerio Fiscal solicita para el procesado una pena de siete años y medio de prisión por los delitos de lesiones y detención ilegal, y no contempla el delito de agresión sexual en grado de tentativa. Por su parte, la defensa pide la libre absolución de su cliente al considerar que no fue él la persona que asaltó a la víctima ese día.

De hecho, el acusado negó durante toda su declaración haberse cruzado con el mujer esa noche, alegando que estaba en casa de un amigo en Canals y que luego se marchó a Xàtiva. Incluso apuntó la posibilidad de que se tratara de su propio hermano, generando lo que se conoce como la «duda razonable», al asegurar que se le parece mucho. Cuando la víctima lo reconoció diciéndole que era amigo de un conocido del pueblo, éste aseguró que es precisamente su hermano quien más relación tiene con esta persona.

Los hechos se remontan a la noche del 3 de octubre de 2015 cuando en torno a las 21.50 horas un hombre, identificado por la víctima como el acusado, la abordó en un camino rural que comunica Canals y l´Alcúdia de Crespins. Según relató la agredida en el juicio, celebrado ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de València, éste se abalanzó sobre ella por la espalda, le ató una cuerda en el cuello y la arrastró varios metros hasta el interior de un campo de naranjos. Además, para amedrentarla la amenazó con matarla. Aunque logró escapar aprovechando que había reconocido a su agresor, la mujer sufrió lesiones en el cuello, rodilla y las costillas, así como un fuerte estrés postraumático.