Nadie puede con la fe de un Ontinyent que fue capaz de mover los cimientos romanos del Nou de Morvedre cuando más crítico estaba el enfermo, después del gol del Saguntino en el minuto 88. La creencia en las posibilidades exprimió al máximo el escaso jugo de un partido que nadaba por el poso final, y que con los dos goles in extremis dejan al Ontinyent con los mejores del grupo. Todavía hay aficionados, en especial de la Penya de la Torreta que acompañaron al equipo a Sagunto, con residuos emocionales de dos minutos que van a permanecer perenne en el recuerdo ontinyentí. «Así es el fútbol, hasta el último momento, y más en un campo como el del Saguntino, sabes que pueden pasar este tipo de cosas. Vivimos un carrusel de emociones y por suerte fuimos capaces de traernos los tres puntos», comenta Parras.
La gesta textil sobre suelo romano dejó al Ontinyent momentáneamente en lugares de promoción hasta que ayer el Cornellà ganó en Peralada, dejando a los blanquinegros en la quinta plaza, eso sí, con los mismos puntos que el segundo. No obstante, a parte del ritmo creciente que ha puesto el equipo de la Vall, llama la atención lo expeditivo que fue el sábado en un tiempo reducido y ante un rival directo. En definitiva, una reacción inédita del Ontinyent este año, con el marcador cuesta arriba y la posterior reacción sobre la misma bocina. Un subidón para toda la parroquia ontinyentina que ya no esconde su ilusión por lo que puede alcanzar el equipo del Clariano esta temporada. «Nuestro objetivo es seguir creciendo. No sé dónde está el tope y espero que esté muy alto y no hablo de aspectos clasificatorios. Partidos como el del Saguntino nos deben servir en primer lugar, para saber que no podemos volver a cometer errores como el del penalti que ya habíamos olvidado, porque el penalti es un error nuestro; y en segundo lugar, entender que si no bajamos los brazos vamos a tener nuestra recompensa», reconoce el entrenador.
Primero, mantener la categoría
Mantener la categoría es sin duda el primer objetivo que se marca el club a pesar de las quimeras lanzadas durante el periodo estival en el que se llegó a hablar de ascenso. Sin renunciar a nada, pero con los pies en el suelo, la hoja de ruta marcada por la entidad después de poner normalidad a las fantasías de una noche de verano, se está cumpliendo mejor de lo esperado. Pero en el mundo del deporte y en el especial del fútbol, los estados de ánimos los marcan las dinámicas y los resultados, por lo que ahora mismo es muy complicado controlar las ilusiones de una afición, la del Ontinyent, que empieza a creer en metas olvidadas. «Nos encontramos en una situación en la que no nos queremos poner límites a esta ilusión, pero también tenemos que ser realistas para saber dónde estamos, cuál es nuestro primer objetivo y a partir de ahí luchar por todo. No voy a ser yo quien le ponga puertas a la ilusión, pero me gustaría que se valorase lo que estamos haciendo, que a estas alturas de la temporada tengamos 26 puntos pienso que es muy importante. No renunciamos a nada pero tenemos los pies en el suelo», concluye un ilusionado pero cauto Vicente Parras.
El plusmarquista nacional y medalla de plata olímpica de 110 metros vallas, Orlando Ortega Jr. visitó el pasado viernes el estadio Municipal El Clariano acompañado por su padre; por el especialista en 400 metros vallas, Omar Cisneros; y por el vicepresidente del club de atletismo de Ontinyent CAVA y presidente de la Federació d'Atletisme de la CV, Vicente Revert. Fueron recibidos por el presidente del club del Ontinyent, Adrián Márquez que le entregó una camiseta del primer equipo. Vicent Gandia
