Consuelo Ramón, vecina de la Llosa de Ranes, es una gran dependiente, enferma del corazón, con tres operaciones a sus espaldas y pendiente de una cuarta, a la que la Conselleria d´Igualtat i Polítiques Inclusives ha rebajado el grado de discapacidad que tenía dejándola sin la ayuda que percibía. Una ayuda vital para la subsistencia de una mujer que con 55 años ya no puede asistirse por ella misma (no puede vestirse ni ducharse sola, explica).

La enferma detalla un historial médico sobrecogedor. Arrastra problemas del corazón que han obligado a colocarle un catéter y cambiarle dos válvulas en una operación a la que fue sometida hace unos meses.

La renovación de las válvulas presentó algunos problemas y un mes y medio después de aquella operación tuvo que ser sometida a otra, a corazón abierto. Pero una trombosis en una válvula la llevó de nuevo al quirófano, y ahora nuevos problemas cardíacos la tienen pendiente de una cuarta intervención.

Por este «currículum» médico y de enfermedades, Consuelo Ramón tenía reconocido un grado de invalidez del 76 % por el que estaba cobrando una pensión no contributiva, pensión vital para su subsistencia y la de su familia. Pero una resolución de la Conselleria d´Igualtat del pasado mes de abril le rebajaba un 25 % el grado de discapacidad que ya tenía reconocido, dejándola sin la invalidez de movilidad reducida y sin la pensión que venía cobrando, señala.

La enferma ha acudido a la asistenta social de la Llosa de Ranes para tramitar la revisión de su caso y ha presentado diferentes escritos a la conselleria que dirige Mónica Oltra «pero pasan olímpicamente. Dicen que es un asunto de la administración estatal, pero quien me ha quitado el 25 % del grado de invalidez es la conselleria de Oltra», critica la afectada, quien afirma que «llevo siete años pasando revisiones y en todas me han aceptado todas las enfermedades. ¿Cómo es posible que me rebajen la minusvalía si los tribunales médicos validan las enfermedades?», se pregunta indignada la enferma.

Consuelo Ramón, ante la falta de solución para su caso, ha consultado también a un abogado para intentar reclamar por la vía judicial «lo que me corresponde. Pero si voy a juicio hasta junio del próximo año no me saldría y no puedo esperar tanto tiempo. Llevo desde abril sin la ayuda y sin comer», expone angustiada.

Por ello, reclama a la conselleria que revise su caso, que le restituyan el grado de invalidez que le corresponde por su enfermedad, así como la ayuda económica que percibía. «No puedo aguantar más sin cobrar la contribución, la necesito para vivir», concluye.

La conselleria revisará el caso

Desde la Conselleria d´Igualtat i Polítiques Inclusives negaron ayer que se le haya revisado el grado de invalidez a la baja y, según explicaron a Levante-EMV, lo que ocurrió es que cuando se le realizó la valoración «todavía no había aparecido la dolencia cardíaca», aseguraron. Fuentes de la conselleria expusieron que la afectada alegó los problemas cardíacos en la solicitud de revisión de su expediente que presentó posteriormente, tras agravarse la enfermedad, e insistieron en que «se está revisando su caso para hacer una valoración lo más ajustada posible a la situación y las necesidades» de la dependiente, detallaron a este diario ayer.