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Medio Ambiente desatasca la autorización ambiental de los huertos solares de Navarrés

El consistorio confía en que la Comisión de Urbanismo apruebe el plan después de 8 años de costosos trámites

Ocho años. Es el tiempo que lleva enfangado el Ayuntamiento de Navarrés en el laberinto burocrático de la administración autonómica para conseguir dar luz verde a la gran instalación fotovoltaica de 38 mw inicialmente proyectada sobre más de 200 parcelas agrícolas de la localidad. Después de un largo periodo de espera, la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente publicó el miércoles por cauces oficiales la declaración de impacto ambiental (DIA) favorable del Plan Especial Campo de Luz, la necesaria modificación del PGOU diseñada por el consistorio para regular los futuros huertos solares promovidos por una empresa inversora en unos terrenos situados a 2 Kilómetros al este del casco urbano. El objetivo: generar energía eléctrica renovable llegando a acuerdos con los propietarios de solares abandonados.

En realidad, la DIA fue aprobada por la conselleria en marzo de 2014. Sin embargo, una serie de cambios solicitados con posterioridad han obligado a efectuar reajustes y han dilatado la elevación de la resolución al DOCV. Hasta en dos ocasiones, las autorizaciones han quedado suspendidas por la existencia de diferentes flecos en la documentación que había que solventar. «Los trámites administrativos son muy costosos y se pierde mucho tiempo. Presentas toda la documentación, pero luego te piden más. Es horrible», lamenta la alcaldesa de Navarrés, Estela Darocas. El consistorio está ahora a expensas de que el proyecto pase por la Comisión Territorial de Urbanismo con la esperanza puesta en que se apruebe y reciba el empujón definitivo. «Estamos recibiendo las autorizaciones por segunda vez de Medio Ambiente. El texto refundido ya había sido remitido en dos ocasiones», observa la munícipe.

Por el camino, el proyecto ha sido objeto de diversas modificaciones. En un principio se preveía que abarcara un millón de metros cuadrados, aunque la superficie ha quedado reducida. La empresa promotora se ha puesto en contacto con los diferentes propietarios afectados por el plan y todos no han accedido a la propuesta de alquilar sus solares para instalar placas solares, con lo que hay zonas que han quedado excluidas, dado que la adhesión es voluntaria.

Mínimo impacto paisajístico

La instalación fotovoltaica se observa como una medida que podría contribuir a paliar el déficit de suministro energético que sufre la comarca de la Canal de Navarrés ante la saturación de la línea de media tensión que procede de la subestación de l'Alcúdia de Crespins. La DIA condiciona la viabilidad de los huertos solares a la concesión por parte de la empresa de distribución eléctrica (Iberdrola) de un punto de vertido, así como a una serie de requisitos obligatorios para garantizar que el parque fotovoltaico genera el mínimo impacto paisajístico y ambiental.

El Consell dio su espaldarazo al proyecto de Navarrés en 2013, si bien los tijeretazos del Gobierno a a la energía solar han frenado inversiones como esta por toda España. Otras iniciativas similares que surgieron desde la iniciativa privada en los términos de Bolbaite (2008) y Chella (2013) tampoco han terminado de cristalizar. Las dificultades del sector y la complejidad de los acuerdos con los propietarios complican su ejecución.

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