La colla ecologista l'Arrel ha censurado la celebración de festejos taurinos en Ontinyent con motivo de las fiestas de la Purísima y ha cuestionado que «hasta el ayuntamiento y las escuelas» respalden y alienten, en especial desde el consistorio, el tradicional Bou en Corda. «Del mismo modo que la fiesta del toro se populariza entre la gente por el fuerte ambiente festivo en la zona de las carpas, son muchas las voces que cuestionamos cada vez más el motivo principal de la fiesta» han señalado.

Para l'Arrel es especialmente grave el respaldo que el ayuntamiento que preside Jorge Rodríguez y algunos centro escolares brindan a una fiesta «donde lo último que se tiene en cuenta es el bienestar del animal. Este mensaje que se envía a los niños y niñas no sólo es un fracaso como sociedad, sino que es una práctica totalmente antipedagógica: fomentar que los animales sean objeto de entretenimiento convierte al animal en un objeto a nuestra disposición para lo que queramos hacer con él y siempre que lo deseemos. La responsabilidad de los maestros en esta causa es muy importante, son los encargados de educar y guiar a nuestros pequeños hacia una sociedad más respetuosa, más amable con el mundo y más sensible y tolerante con el ambiente en el que vivimos», han indicado.

«En pleno siglo XXI, no se puede entender como una sociedad que ha hecho avances tan importantes continúa utilizando animales para el entretenimiento y la fiesta. El sufrimiento y la humillación que supone para un animal ser obligado a participar en esta fiesta es un escándalo, y la normalidad con la que lo presencian los más pequeños es alarmante», denuncian desde l'Arrel, que se suma de este modo a la potente corriente crítica surgida este año.

«El debate está sobre la mesa»

Desde la asociación ecologista ontiyentina «pensamos que para disfrutar de la fiesta y compartir de una tarde de música y amistades no hay que situar a un toro como atracción principal, y mucho menos atarlo con una cuerda para pasearlo por los calles del pueblo. El debate „aseguran„ está sobre la mesa, y por eso queremos manifestar nuestro rechazo total a una práctica donde no sólo se maltrata un animal totalmente despojado de sus defensas, sino que además normaliza el maltrato animal como objeto de diversión», señalan.