Ontinyent procedió ayer a la plantación de 40 ejemplares de olmos resistentes a la grafiosis entregados al consistorio por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a través de la Diputación de Valencia, dentro de un proyecto piloto para recuperar esta especie. Concretamente, los árboles han comenzado a plantarse ayer en el parque de San Rafael, y en breve se plantarán también en la zona de la Font de la Puríssima y en la zona verde de Benarrai, según preciaron ayer fuentes municipales.

Estos 40 ejemplares forman parte de un total de 700 olmos que el ministerio ha puesto a disposición de la Diputación de Valencia y que ésta ha repartido en varios municipios entre los que se encuentran, además de Ontinyent, Aielo de Malferit, Bocairent, la Pobla del Duc o Salem, entre otros. La plantación parte de un convenio piloto que tiene como objetivo iniciar la recuperación de esta especie en los municipios valencianos, donde era uno de los árboles más utilizados en paseos, parques y plazas hasta la llegada de esta enfermedad a los árboles en los años 80, una plaga que aceleró su desaparición a gran escala.

La concejala de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Ontinyent, Patricia Folgueras, explicaba que los olmos proceden del programa nacional de conservación y mejora de los recursos de los olmos ibéricos, que después de más de 30 años de actividad continuada se sitúa como pionero en el cuidado de estos árboles. Folgueras también destacaba lo importante es que Ontinyent participe en este proyecto, «ya que este programa ha obtenido por primera vez en Europa estos ejemplares resistentes a la grafiosis, y nuestra será una de las primeras localidades en ver recuperada la especie».

Sustitución en la Concepció

Cabe recordar que la concejalía de Parques y Jardines de Ontinyent ya anunció días atrás, por oro lado, la retirada de 17 de los 27 árboles existentes en la Plaza de la Concepción, debido al riesgo de caída de sus ramas. Un informe técnico realizado desde el departamento de Medio Ambiente advierte de la conveniencia de sustituir los nueve ejemplares existentes de Melia azedarach grandes lo más pronto posible, así como los ocho Ligustrum Licidum más envejecidos.

El concejal de Parques y Jardines, Manuel Cuesta, visitó la zona junto a la técnica Deva Sanz para explicar que estos árboles «son ejemplares muy viejos, todos de más 50 años, que desde hace tiempo que vienen siendo observados cuidadosamente por el estado que presentan. Siempre es lamentable talar árboles de esta edad „admitió el regidor„ pero han cumplido sobradamente su ciclo vital y las situaciones de peligro que pueden provocar son incompatibles con su permanencia en la vía pública», señalaba durante el anuncio de su próxima sustitución.