El Ayuntamiento de Agullent ha mejorado el entorno del Llavador d'Enmig, ubicado en el centro histórico de la localidad, para contribuir a poner en valor este elemento del patrimonio etnológico local, destacaron ayer fuentes municipales. La intervención ha tenido un doble objetivo. Por un lado, recuperar y mejorar estéticamente el espacio para los vecinos y visitantes, y por otro ha pretendido «poner en valor y dignificar el trabajo no remunerado, y las tareas vinculadas al hogar, que tradicionalmente han hecho las mujeres», señalaron las mismas fuentes.

Aunque el lavadero estructuralmente estaba en buen estado, el entorno que lo rodeaba era muy austero, y no contribuía a reconocer su valor. Ni como recurso turístico ni como testimonio etnológico, aseguran. El objetivo de esta intervención ha sido revertir esta situación, y por eso se han hecho actuaciones de pintura en los muros y la escalinata que da acceso al lavadero, se ha recuperado el muro de mampostería y se ha adecuado la inicio del camino que parte del lavadero hacia el Molí Fariner, siguiendo el itinerario de la acequia.

En el marco de esta intervención, el artista plástico Rafael Amorós ha realizado dos murales cerámicos para las paredes que rodean el lavadero. Uno de los murales se ha centrado en destacar el elemento del agua, fundamental en el lavadero, y el otro, aprovecha una poesía de Vicent Andrés Estellés alusiva a las mujeres, como homenaje a todas las que han utilizado este llavador lo largo de los siglos. Las obras, que han tenido un coste de cerca de 8.000 euros, se han llevado a cabo con el respaldo de la Agencia Valenciana de Turismo.

Turismo y «foguera», hoy

Por otro lado, Agullent alberga hoy una visita turística coincidiendo con la quema de la Foguera de Sant Antoni. La ruta, Agullent i els seus oficis tradicionals, comienza alas 16.30 horas en la plaza Major y cuesta un euro por persona. Por tres euros más, se incluye la cena de torrà posterior a la quema.