El departamento de Alumbrado del Ayuntamiento de Ontinyent ha informado del robo de cable de toma tierra en la zona del polígono industrial el Pla. En total han sido algo más de 1000 metros de cable de cobre los que se han robado en mes y medio, unos robos que son difíciles de detectar ya que las farolas afectadas no se apagan sino que quedan desprotegidas contra los contactos indirectos, precisamente la garantía que ofrece el cable de toma tierra.

Tal y como ha informado el concejal responsable del área de Alumbrado Paco Penadés, los robos que se han detectado corresponden a 400 metros de cable en la calle Font dels Brulls (zona oficinas campo fútbol El Clariano); otros 400 metros en la calle Telers (zona Aitex), 240 metros en calle Flassades y 70 metros en la calle de la Trama.

Desde el departamento de alumbrado detectaron el robo en la calle Font dels Brulls de forma casual, ya que una de las farolas tuvo una avería y al proceder a su reparación se observó que se había robado todo el cable de toma tierra. El resto de los robos han podido constatarse por las advertencias realizadas por empresarios y trabajadores de la zona.

Cabe insistir en que las farolas afectadas por este tipo de robo no se apagan, pero sí quedan desprotegidas contra los contactos indirectos lo que conlleva un riesgo que, como ha explicado el concejal de Alumbrado, vamos a trasladar a la concejalía de urbanismo para que se tomen medidas oportunas al respecto.

Por lo que respecta coste total que supondrá la reparación de estos robos desde el departamento de alumbrado consideran que tanto el material, cable de tomar tierra, como los trabajos para su reparación ascenderán a un total de 3.000 euros que deberán sufragarse de las arcas municipales.

Con el fin de evitar que se produzcan robos de cable con tanta facilidad el concejal de Alumbrado, Paco Penadés, explica que ha trasladado al departamento del urbansimo la necesidad de que en las urbanizaciones nuevas que se realicen incluya, en el pliego de condiciones para la contratación, el sellado de las arquetas a través de tornillos protectores para que al menos dificulten los trabajos a la hora de robar el cable de cobre.