Carmina Bolado Sierra ha cumplido 100 años. Con tal motivo, ayer recibió la visita del alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà, y de la concejala de Bienestar Social, Xelo Angulo. Carmina, que a su edad conserva una gran lucidez, ha departido con el alcalde y la concejala por espacio de más de tres cuartos de hora, tiempo en que ha relatado algunas anécdotas de su larga vida, así como los recuerdos de su llegada a Xàtiva. Porque Carmina nació el 28 de febrero de 1918 en Revilla de Camargo (Cantabria). En 1942, a los 24 años, vino a Xàtiva ya que su marido, Juan Canet Micó, de profesión guardia civil, fue destinado a esta ciudad. A Carmina le apasionaba el punto y la costura. Quizá por ello decidió transformar su afición en negocio. Y así, en 1954, tras comprar una máquina de tricotar y adiestrar en su uso a cónyuge y descendencia, abrió un pequeño taller de confección en la calle Engai. Recuerda que sus primeros clientes fueron de la Llosa de Ranes.

Poco a poco, el trabajo fue aumentando y Carmina tuvo que ampliar el negocio con la compra de tres nuevas máquinas. Pero el peso de los nuevos equipos industriales le obligó a dejar el piso de la calle Engai por un bajo comercial en la calle José Espejo (actual Corretgeria), lugar donde nació el primer establecimiento Jucami (de la suma de las primeras sílabas del nombre y apellidos de su esposo) justo en la misma plazoleta donde estaba el Banco de España, actual Museo de l'Almodí.

En manos de Carmina se pusieron multitud de clientes de la zona en busca de una prenda hecha a manos, cosa que la hizo una persona muy querida y conocida ya que era ella quien creaba personalmente todos los diseños. Su espíritu emprendedor, inusual en aquella época, la hizo conocida en toda la comarca. Hoy, su legado continúa presente en Xàtiva a través su hija Merche Canet Bolado, quien regenta el comercio de ropa Jucami, ubicado desde finales de los 70 en la Baixada de l'Estació.