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Ausiàs March y la tabla gótica de Xàtiva

se celebraron hace unos días unas jornadas en la Fundación March de Madrid, que tuvieron cierta repercusión en diarios de tirada nacional, sobre la vida y obra del poeta valenciano Ausiàs March, en las que participaron destacados catedráticos y ponentes. En ellas se presentó la publicación, por la editorial Cátedra en su prestigiosa colección Letras Hispánicas Dictats, de la producción completa de Ausiàs March, a cargo del hispanista Robert Archer, con traducciones en prosa de Marion Coderch y del catedrático de Literatura Española de la Universitat Pompeu Fabra José María Micó. Y también se anunció que a finales de año se celebrará en Barcelona un congreso internacional sobre el poeta.

Ausiàs March está considerado como uno de los mejores poetas en la Europa del siglo XV y su obra se ha traducido a más de veinte idiomas. La historia del arte no ha legado una imagen del poeta, pero en la ciudad de Xàtiva se conserva, en el museo de la Colegiata de Santa María una tabla gótica que se ha convertido en el icono gráfico de este clásico universal de la literatura valenciana. Y ello fue posible gracias, a principios del siglo XX, al erudito de Albaida, Elías Tormo, que llegó a ser ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y que en sus frecuentes estancias en Xàtiva, mientras esperaba, procedente de la línea de Alcoy, el tren hacia Madrid, se adentraba en las antiguas iglesias de la ciudad para fijarse en sus numerosos retablos de mérito artístico. Así, mientras visitaba la iglesia del antiguo convento de los franciscanos, se fijó en las dos tablas del siglo XV, de San Sebastián y Santa Elena, que estaban colgadas a la derecha y a la izquierda de un retablo en la capilla junto a la entrada, en el lado del Evangelio. Concluyó que probablemente habían sido separadas por su buena factura de un buen retablo conjunto mayor y las atribuyó a Jaime Baçó (Jacomart) o a su escuela. Pero sobre la tabla de San Sebastián añadió que bien pudiera ser la imagen de ese santo una representación de un caballero medieval como Ausiàs March. De todo ello dejó constancia en su libro Las tablas de Játiva. Un museo de primitivos, publicado en Madrid en el año 1912.

A partir de ahí la imagen de la tabla gótica, que después se ha atribuido al pintor Reixach, se ha convertido en la representación por excelencia de la imagen del poeta clásico valenciano. De hecho, la losa moderna que cubre sus restos, en el suelo del brazo sur del crucero de la catedral de València, tras la puerta románica de l'Almoina, también refleja la imagen de la tabla gótica de Xàtiva; en el despacho de alcaldía de la ciudad de Gandia cuelga un facsímil de esta tabla setabense, y cada noticia o publicación sobre la vida y obra de Ausiàs March se suele acompañar con la imagen de la tabla.

Por ello, sería interesante difundir y promocionar, desde la ciudad, cultural y turísticamente, la relación de esta valiosa tabla gótica, que ya es un tesoro en sí misma, con la figura del poeta clásico universal, en todos aquellos actos y actividades que se organizan tanto en el ámbito de la Comunitat Valenciana, como en el nacional e internacional.

Se trataría de proyectar la imagen de la tabla y su especial peculiaridad más allá de las paredes del museo colegial en las que se cuelga, ya que pocas personas conocen que ahí se halla y donde muchas veces pasa desapercibida al visitante, entre otras valiosas piezas, sin ninguna indicación informativa o destacada. El caballero medieval Ausiàs March de Xàtiva podría convertirse, a través de la colaboración entre la colegiata de Santa María, el Ayuntamiento de Xàtiva, la Generalitat Valenciana y su conselleria de Cultura, la Universidad de València e instituciones culturales públicas y privadas en un icono expositivo setabense, asociado a la difusión de la vida y obra del poeta, en importantes foros, lo que contribuiría, sin duda, a potenciar la imagen cultural y turística de Xàtiva.

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