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Centinelas del patrimonio

Iniciativa Cívica consolida su papel de visibilizar las promesas y desafíos pendientes en el casco antiguo de Xàtiva

Centinelas del patrimonio

Con la defensa del patrimonio de Xàtiva por bandera, Iniciativa Cívica per la Recuperación del Centre Històric (ICRH) se ha convertido en una incómoda piedra en el zapato de la administración local. Cuando, poco antes de las elecciones de 2015, los partidos que ahora conforman el gobierno municipal firmaron el manifiesto de la plataforma, entonces en ciernes, nada hacía presagiar que la dulce luna de miel terminaría en un divorcio precoz. El colectivo, constituido como asociación hace menos de dos años, se ha erigido en un «lobby» de presión siempre crítico, incisivo y vigilante que influye en la agenda política con su incansable tarea de visibilizar las amenazas y problemáticas que atenazan al casco antiguo.

Pero, ¿qué hay detrás de Iniciativa? «Somos un grupo de gente con mucha sensibilidad por el centro histórico, nacido ante las posibilidades que se abrían con el cambio en el ayuntamiento», resume su presidente, Lluís Pellicer. Aunque la base social que aglutinan no es muy amplia -por la propia motivación de la empresa- en su última asamblea la entidad reunió a 40 asistentes. Tres años después de la firma del manifiesto fundacional y a poco más de uno para agotarse la legislatura, Iniciativa Cívica traslada un sentimiento de desencanto respecto a las expectativas iniciales. «Al principio teníamos la percepción de que podía haber más voluntad de sacar las cosas adelante, pero nos hemos tropezado con la cruda realidad», observa Pellicer. A su juicio, el consistorio «continúa con algunas dinámicas e inercias anteriores» y «no acaba de tener un punto de vista claro y prioritario sobre el casco antiguo». «No se terminan de ver las posibilidades a nivel residencial, económico o turístico», sostiene. ¿El motivo? Según el presidente de Iniciativa, el temor a perder votos. «Electoralmente, todo cuesta más en el centro histórico y conlleva más dificultades: por eso se opta por cosas más blandas y superficiales, de hoy para mañana, que tengan más aplausos que votos en contra y no generen polémica». La asociación echa en falta un cambio estructural, con una visión global, que no se limite al «mantenimiento» de lo existente. «Un cambio requiere de decisiones valientes a partir de una idea clara y coherente». Otro déficit que aprecian es la «falta de coordinación» entre concejalías con distinto signo político, que terminan en actuaciones contradictorias.

Lejos de estos argumentos, el equipo de gobierno defiende un giro en el casco antiguo: sostiene que la inversión se ha disparado gracias a los fondos del Plan de rehabilitación de viviendas y pone en valor las intervenciones de mejora urbana en la Plaza del Mercat, la Seu, los nuevos aparcamientos en solares abandonados o el diseño participativo del Plan Especial del Centro Histórico, en fase de redacción, así como la mano dura en materia de disciplina urbanística.

A excepción de este último apartado, donde sí observan un cambio significativo, para Iniciativa el balance es insuficiente. «Hay que saber lo que supone obrarse una casa en el centro histórico: las ayudas en algunos casos no compensan». La entidad ve irresueltos problemas como la falta de aparcamiento, el excesivo tráfico rodado, el ruido, el riesgo para los peatones en diversas calles, la demora en ofrecer una solución a Santa Clara o la necesidad de atraer jovenes al casco antiguo para frenar su envejecimiento y su preocupante despoblación. Al mismo tiempo, censura «el exceso de retórica» en contraposición con el prolongado retraso o bloqueo de muchas medidas, «especialmente en materia de movilidad». «Ha habido mucho coloquio y mucha charla: son cosas que ya se han escuchado 50 veces, que se quedan ahí y, a la hora de llevarlas a cabo, todo son dificultades». Pellicer admite que las resistencias al cambio con las que se topan muchas acciones tienen que ver con la mentalidad de un sector de la población «que no termina de ser consciente de que Xàtiva es una ciudad histórica de primer nivel» con un «potencial desaprovechado». «Parece que con los visitantes del Castell y la Albereda ya tenemos bastante», lamenta el presidente de Iniciativa, para quien también han fallado «los tiempos de introducción y la didáctica» en algunas promesas que se han frenado.

Falta de respuesta a los escritos

En uno de los asuntos donde más punzante se ha mostrado Iniciativa es en la necesidad de pacificar el tráfico y paliar el ruido que soporta la calle Corretgeria. «Tuvimos que ir al Síndic porque no contestaban a nuestros escritos y recibieron hasta tres requerimientos para actuar», subraya Pellicer. El consistorio planea este año instalar unas isletas peatonales para interrumpir la circulación logitudinal de un extremo a otro de la vía. Una obra que no acaba de convencer a Iniciativa. A nivel global, la entidad cree que debería apostarse por «combatir el problema de origen» y por cambios de sentido estratégicos.

La llamada de atención del colectivo sobre el estado de varias casas palacio en riesgo y su solicitud de elevarles el nivel de protección ha contribuido a que se inicie el trámite para ampliar la catalogación de bienes de relevancia local. También tuvo repercusión la denuncia de desperfectos en el retablo de la transfiguración o la alerta del derrumbe de las valiosas escaleras del Palau dels Sanç d'Alboi. Lo último ha sido alertar a la Generalitat sobre el deterioro de la Torre de Santa Tecla. No todos los dardos van para el consistorio: «Los recursos son limitados para un conjunto histórico tan grande y se echa en falta más implicación autonómica y provincial», enfatizan. Eso sí, no piensan rebajar la intensidad. «Alguien tiene que estar apretando en materia de patrimonio».

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