En febrero, la Diputación de Valencia dio un plazo de tres meses a los ayuntamientos para adaptar las bases de las brigadas forestales a la normativa vigente, después de que una Inspección de Trabajo denuncia las carencias básicas y el mal estado de un buen número de las dependencias, que incumplían la Ley de Higiene. En el maco de esta iniciativa para mejorar las condiciones de los operarios, el gerente de Divalterra, Xavier Simón, y el director de Gestión Forestal y del Medio Rural, Manuel Carot, visitaron ayer los locales de Moixent, l´Olleria y Vallada, en la Costera y la Vall d´Albaida, con tal de repasar la situación de las instalaciones junto a alcaldes y representantes municipales, a quienes facilitaron una serie de instrucciones sobre las mejoras que han de llevarse a cabo. La reforma de los locales es una condición indispensable para que se mantengan las brigadas forestales en estos municipios.

Un estudio encargado por Divalterra a la Universitat Politècnica deValència con tal de mejorar la distribución territorial de las bases y analizar su estado prescribió una serie de cambios de infraestructura que ahora la empresa pública está llevando a la práctica. Este documento estableció la creación de 8 nuevas bases (una de ellas en Fontanars) y la supresión de 6 (una en Benigànim y otra Estubeny).

Bases sin vestuarios

Entre locales susceptibles de mantenerse figuran los de Moixent, l´Olleria y Vallada, aunque, para ello, estos ayuntamientos han de ejecutar antes las obras de adecuación planteadas. En el caso de Vallada, por ejemplo, las dependencias carecen de vestuarios. Otras bases arrastran graves defectos en baños o duchas. En cualquier caso, fuentes de Divalterra se muestran convencidas de que, finalmente, todos los espacios acabarán cumpliendo los requisitos exigidos.