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El Trampot de Enguera ya suma más de 350 falleros

La comisión de la Canal está totalmente consolidada con 43 años de actividad ininterrumpida y después de una renovación en la cúpula directiva de la misma

El Trampot de Enguera ya suma más de 350 falleros

n Con 43 años de historia fallera a las espaldas, El Trampot se consolida como una falla histórica. Aunque histórica lo ha sido prácticamente desde el principio por traer hasta Enguera, una localidad a priori sin tradición fallera, todo el folclore típico de las fiestas valencianas. Y, además, por haber logrado que la comisión crezca año a año hasta convertirse en una de las grandes, con más de 360 falleros. Desde que Pedro Aparicio comenzó a soñar y se rodeó de sus doce apóstoles falleros ha llovido mucho y aunque los cimientos de aquella falla humilde que hacía sus monumentos de forma artesanal «poniendo cada uno su saber o atrevimiento para hacerla posible» han dejado su huella, hoy El Trampot es una comisión renovada, que mezcla la veteranía con la juventud y que se congratula de tener unas cuentas saneadas que les permiten seguir soñando.

El cambio generacional de los fundadores a los presidentes jóvenes se dio sin traumas. Valiéndose del conocimiento acumulado, de la camaradería, los últimos presidentes han consolidado a la entidad cultural como un referente en el pueblo que no solo resurge cada año por San José sino que desarrolla su actividad (teatro, presentaciones, recitales, colaboraciones culturales etc.) a lo largo de todo el año. Pablo Esteve se enfrenta a su segundo ejercicio como presidente. Él, como la numerosa comisión ejecutiva, salió de una junta gestora que asumió el cargo tras la dimisión del anterior presidente, Miguel Aparicio. «Los inicios fueron difíciles. El núcleo de la junta gestora nunca había formado parte de la comisión ejecutiva, así que buscamos el apoyo de gente con mucha experiencia y esa mezcla nos ha venido muy bien. A la falla le ha sentado fenomenal, ha generado muy buen ambiente y eso se nota», explica. Esteve tiene 29 años pero se le ve resuelto y con ganas. «Ser presidente desgasta mucho, tenemos responsables de cada área, pero cualquier tema acaba pasando por ti, además, es una falla muy grande y es difícil poder compaginar as exigencias del cargo con cualquier otra cosa, pero aun así este año hay elecciones y me voy a presentar, así que mínimo espero estar dos años más», afirma.

Dado el crecimiento de la falla los de El Trampot se han visto obligados a acometer varios cambios. Han tenido que sustituir la Casa de la Cultura por el pabellón Jaime Alegre para realizar las presentaciones falleras ya que «era una locura pretender meter allí a 78 falleras vestidas, así que tuvimos que cambiar de escenario con el trabajo que eso implicó», señalan. El pabellón es un recinto deportivo que requería el montaje de una caja escénica, un trabajo de varios días para la comisión. También se les queda pequeño el casal por lo que a lo largo del año se meterán en obras para ganar dos nuevas salas en la primera planta gracias al préstamo sin intereses de una miembro de la comisión.

Juego de niños... y mayores

Hay veces que los sueños se convierten en realidad. ¿Quién iba a decirles al presidente, a la Fallera Mayor de este año y al artista fallero que sus juegos infantiles se convertirían en realidad? Este año se da una feliz coincidencia en el Trampot, y es que Rocío Aparicio, la flamante fallera mayor, el artista fallero y miembro de la comisión Matías Almela y el propio presidente, Pablo Esteve, amigos desde la niñez, ya jugaban, cuando apenas se levantaban un metro del suelo, a que ostentarían precisamente estos roles cuando fueran mayores. En este juego de infancia convertido en realidad les acompañan Nahom Martínez, presidente de la Comisión Infantil el Trampot, y Verónica Torregrosa, como Fallera Mayor Infantil.

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