La Baixà de Sant Josep fue ayer un martirio para los cientos de participantes que tomaron parte en el desfile: estaba nublado, apenas salió el sol y hubo unas cuantas rachas de viento de considerable intensidad. Pero, sobre todo, hacía un frío más que notable (alrededor de 11 grados) que destempló a los más pequeños y no sólo a ellos, ya que se percibían muchos gestos de incomodidad por parte de falleros y falleras con vestimentas, en la mayoría de casos, poco preparadas para las bajas temperaturas. Una lástima, porque la participación fue bastante elevada (más de 1.300 falleros) y a poco que el descenso desde la ermita se hubiera llevado a cabo en medio de ese radiante sol primaveral que a veces reina por estas fechas, el acto hubiera multiplicado su vistosidad. La bajada registró un retraso de más de media hora, lo que llevó a las falleras mayores de Xàtiva, Andrea y Nerea, a dar la orden de disparar la última mascletà de estas fallas casi a las tres de la tarde (a las 14.52h, exactamente). Pocos minutos antes se había puesto a llover, pero muy débilmente.

Tal como establecen los estatutos de las fallas de Xàtiva, el desfile siguió el orden de clasificación de los monumentos y por secciones. Así, pasaron primero, de manera inversa al puesto obtenido, las fallas de la tercera, las de la segunda, las de primera y, finalmente, las de la especial: Ferroviària, República Argentina, Espanyoleto y finalmente la ganadora, Raval, con su presidente, Javier Santamargarita, y su fallera mayor, Andrea Terol, cerrando el desfile de comisiones. Seguidamente desfilaron las falleras mayores de Xàtiva, precedidas por las falleras mayores de Elda. Arroparon a Andrea y Nerea sus damas: María Bautista, Marta Aldabero, Sara Ventura y Ofelia María Mira, por parte de la fallera mayor, y Aitana Rico, Esther Martínez, Vega Caballer y Susana Pla por parte de la infantil. En este último caso, además, con los acompañantes masculinos Alvaro Cucarella, Cosme Camarasa, David Soler, Alvaro Gironés y Javi Nadal.

En cuanto a la comitiva municipal, destacar que la concejal de Fallas de Xàtiva, Lena Baraza, que siempre ha sido miembro de una comisión, desfiló vestida de fallera dentro del grupo de concejales, en el que no hubo nadie de Compromís ni de Esquerra Unida. De Ciudadanos participó su único edil, Juan Giner; del PP, María José Pla, y de los socialistas, además de Baraza; Pedro Aldavero, Mariola Sanchis, Jordi Estellés e Ignacio Reig. El alcalde, Roger Cerdà, lo hizo en compañía del abad de la Seu, José Canet, y del presidente del Gremi de Fusters, Félix Pont. La imagen del patrón de la festividad fallera desfiló a continuación, llevada en hombros por los integrantes del gremio. A las doce del mediodía, el abad había celebrado la misa del día de Sant Josep con la presencia de las falleras mayores, la Junta Local Fallera y el alcalde de Xàtiva y la regidora Lena Baraza.

El año de Raval y Abú

El tercer desfile de las fallas de Xàtiva tras la visita a las 19 demarcaciones falleras de la ciudad, el sábado, y la ofrenda a la Mare de Déu de la Seu del domingo, cerró los principales actos de las fiestas a falta de la crema de anoche. En cuando a premios, la edición de 2018 ha sido muy relevante porque la falla del Raval, que cosechó más media docena de primeros premios en los años 70 y 80, ganó el máximo galardón de nuevo después de más de 30 años; en concreto desde 1987. Esta victoria, que la falla de la plaza del Pintor Tudela ya buscaba desde hace tres años, rompe una hegemonía de primeros premios entre Ferroviària y República Argentina en los últimos diez, que en el caso de la segunda de ellas se extiende en el tiempo a todas las décadas desde los años 60 puesto que la comisión atesora más de 30 coronas. Y también supone un triunfo sobre una falla con artista de primerísimo nivel, Espanyoleto, que por tercer año ha confiado su monumento a Pere Baenas, ganador de la sección especial de Valencia con Convento Jerusalén. Igualmente, Abú Masaifa ha vivido su particular gloria con el triunfo en la sección especial de los monumentos infantiles.