El Ayuntamiento de Xàtiva va a desterrar de su contabilidad una ingente cantidad de derechos de cobro reconocidos como ingresos que, sin embargo, se consideran prescritos, duplicados o hinchados y, por lo tanto, incobrables. El importe alcanza los 1,6 millones de euros: una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que el presupuesto manejado por la corporación es de 25 millones. Los recibos se incorporan cada año a las cuentas pero no pueden gastarse. Los pagos pendientes más antiguos se remontan al año 1990. Los más recientes, a 2014.
La concejalía de Hacienda encabezada por Ignacio Reig ha iniciado el procedimiento de regularización a propuesta del departamento económico, que advirtió de que en la contabilidad oficial dependiente de la Intervención «existen numerosos derechos pendientes de cobro» del citado periodo que, una vez examinados, «no pueden ser gestionados para su ingreso en la hacienda municipal» por motivos diversos: la prescripción, la duplicidad o el «exceso de derechos reconocidos sobre el importe realmente materializado» son algunos de ellos. El listado desglosado por la tesorería municipal incluye 1.200 euros no ingresados por el Consell Esportiu Municipal que han prescrito: aproximadamente la mitad de esa cuantía se corresponde con la concesión de 2008 del bar de les Pereres y la otra mitad con el canon de 2010 por la recaudación de botelleros en los pabellones polideportivos con la empresa Autobar Spain, SL. Sin embargo, el grueso de las deudas que van a darse de baja (1,07 millones de euros) son tasas, precios públicos y otros ingresos vinculados al capítulo 3. En los casos más extremos, los recibos no pueden cobrarse porque los contribuyentes fallecieron, desaparecieron del mapa, eran extranjeros que se regresaron a su país o empresas insolventes que dejaron de prestar actividad. Otros 248.003 euros están vinculados a transferencias corrientes; los 254.605 euros restantes, a transferencias de capital (subvenciones).
12.000 recibos incobrables
No es el primer procedimiento de depuración de saldos contables de este tipo que acomete el tripartito desde que, en 2015 y se topó con alrededor de 12,7 millones de euros en derechos pendientes de cobro, la mayoría comprendidos entre los años 2005 y 2010. Durante la burbuja económica, el presupuesto municipal se disparó en buena medida apoyándose sobre unos ingresos ficticios y excesivos que nunca llegaban a materializarse en la caja. En junio de 2016, el ejecutivo anuló 12.000 recibos incobrables por una cuantía de 1,3 millones de euros.
Reig subraya la importancia de la operación para sanear las cuentas y señala que todavía quedan 10 millones de euros en deudas pendientes heredadas de la administración de Alfonso Rus, a la que reprocha que no diera de baja los recibos incobrables. La ley obliga a dotarlos presupuestariamente y también a eliminarlos progresivamente. En 2016 se calculó que todavía quedaban por anular entre 4 y 5 millones en recibos declarados como incobrables.
