El aire de Ontinyent está demasiado contaminado. Es lo que se desprende del análisis de la calidad del aire de la capital de la Vall d'Albaida a partir de los registros de la estación que la Xarxa de Vigilància i Control de la Contaminació Atmosfèrica de la Generalitat Valenciana tiene en la ciudad, que evidencian la elevada contaminación por ozono troposférico («ozono malo») de Ontinyent. Un problema del que ha alertado la Colla Ecologista La Carrasca-Ecologistes en Acció, que también ha señalado la contaminación en Alcoi, y que pide medidas para reducir este aire nocivo y contaminado. Según el análisis de la calidad del aire a lo largo del 2017, Ontinyent supera los límites de las recomendaciones de la Unión Europea y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Ontinyent rebasa «ampliamente» los niveles recomendados, según pone de manifiesto La Carrasca, que señala que la contaminación por ozono superó un 60% de los días las recomendaciones de Europa y de la OMS. El colectivo ecologista pone de manifiesto que la contaminación del aire fue más expuesta entre los meses de abril y septiembre. Los datos recogidos por la estación de la Generalitat Valenciana en el análisis de la calidad del aire arrojan que Ontinyent sobrepasó durante 26 días el valor máximo para la protección de la salud que fija la Unión Europea, y que se establece en 120 microgramos/m3 (µg/m3). La OMS rebaja este límite para la protección de la salud hasta los 100 microgramos/m3, y en este caso, Ontinyent sobrepasó este límite durante 122 días. El peor mes por la superación de la contaminación del aire por ozono troposférico de los límites de la UE fue junio, cuando Ontinyent rebasó durante 11 días ese valor (120 µg/m3). En julio los superó 8 días. Este mes fue el que los ontinyentins respiraron más aire contaminado de acuerdo con los límites de la OMS (100 µg/m3), ya que este valor se superó durante 22 días. En mayo se rebasó durante 21 días, en septiembre durante 19, en junio 18 días y en abril 17 días.

Riesgo para la salud

El ozono troposférico es un contaminante producido, entre otros, por las emisiones de automóviles y algunas industrias. Su inhalación provoca irritación de los ojos y las vías respiratorias superiores, incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como agravamiento de patologías cardiovasculares. Además de afectar a la salud, este ozono nocivo también es tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.

Por ello, Ecologistes en Acció, del que forma parte La Carrasca, ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional para que obligue al Gobierno central a elaborar un plan nacional de mejora de la calidad del aire, con medidas concretas y presupuesto para frenar la elevada contaminación por ozono troposférico. Además, el colectivo ecologista ha iniciado una campaña informativa sobre este ozono «malo», que se alargará durante esta primavera y el próximo verano, y que llegará a Alcoi.